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López dice que no estaba en su "sano juicio" y que por eso contrató a la abogada hot

El ex secretario de Obras Públicas está acusado de lavar dinero destinado a la obra pública que administró en los últimos doce años. Declaró que los US$ 9 millones no eran de él sino que "es plata que provenía de la política"

11 Agosto de 2016 14:41
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El ex secretario de Obras Públicas kirchnerista, José Francisco López, finalmente rompió hoy el silencio al declarar ante el juez federal Daniel Rafecas sobre los US$ 9 millones que el martes 14 de junio intentó esconder en el Monasterio de General Rodríguez: "Es plata que provenía de la política".

"Respecto de la noche de su detención, dijo que desde días antes venía sintiendo que lo acosaban y que lo espiaban por distintos medios y esa sensación de que estaba siendo acosado, sin saber por quién o quienes pero intuyendo que eran servicios de inteligencia, lo fue deteriorando psíquicamente, hasta que la noche del 14 de junio (cuando su esposa ya no estaba en la casa) salió con su auto cargado con los bolsos y la valija con el dinero, sin rumbo fijo", detalla el resumen de la declaración publicado por el Centro de Información Judicial. 

En la página 40 de la declaración, López asegura que en su primera declaración estaba "fuera de mí, no estaba en mi sano juicio". Y para argumentar sus dichos, afirma que ejemplo de eso es que su representante legal era Fernanda Herrera, conocida "como la abogada cumbiera" o la "abogada hot". "Ninguna persona en su sano juicio eligiría como defensora a la que dicen que yo elegí porque en realidad es ese momento no estaba en condiciones de valerme por mis propios actos", declaró.

José López rompió hoy el silencio en Tribunales: "Es plata que provenía de la política".

Otras frases:

Que en el trayecto, le parecía que lo iban encerrando y condicionando desde otros vehículos, como guiándolo, y así terminó en General Rodríguez, en la calle que daba al convento, adonde finalmente se dirigió.

Admitió el ingreso al convento tal como ya es de público conocimiento.

Desvinculó a todas las hermanas del convento, ya que en ningún momento les dijo cual era el contenido de los bolsos. Que ninguna de ellas sabía nada sobre eso.

Que estuvo con la Madre Alba, que ésta le estuvo hablando pidiéndole tranquilidad y que se quede.

Que salió del convento con ánimo de entregarse.

Que nadie de su familia, incluyendo su esposa, sabían de la existencia del dinero, escondido en bolsos en el recinto del tanque de agua, que resulta “inaccesible” salvo con el uso de una escalera desde la habitación principal en el primer piso.

Que López hizo la valija con el dinero antes de salir.

Respecto de la casa de Dique Luján, negó ser su propietario, así como también negó que Galera o Guitérrez fueran sus testaferros.

Dio una declaración similar a la de estos últimos. Dijo que tuvo un par de reuniones con el arquitecto Curcio donde intercambiaron ideas sobre la casa, dado su interés en comprarla con la casa terminada, si conseguía el dinero. Como no obtuvo préstamos hipotecarios, optó por alquilarla.

José López fue detenido cuando intentaba esconder millones en el monasterio de General Rodríguez.

Desde CIJ se detalla que López se encuentra en muy buen estado general y dijo sentirse bien tratado en el penal en el cual se encuentra detenido.

Además, no presentó escrito y toda su declaración fue oral ante el Magistrado. También dio la clave para acceder a su teléfono iPhone, para lo cual el Juez dispuso la inmediata remisión del aparato a la sede del Tribunal (desde el área donde lo están peritando) para realizar ante las partes la apertura y acceso a la información que resulte de interés para la causa.

La causa

En la causa, que instruye el fiscal federal Federico Delgado, la hermana María había confesado el 22 de julio que "la superiora Alba les había pedido la noche anterior que estuvieran atentas al portón del monasterio porque en cualquier momento llegaría José".

En la misma línea, la hermana Marcela reveló ese día que "la superiora Alba estuvo reunida a sola durante casi una hora con López" antes de que la denuncia del testigo Jesús Ojeda alertara a la Policía Bonaerense sobre la presencia de un hombre armado que tiraba bolsas hacia el interior del monasterio de General Rodríguez.

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