Desde diciembre de 2019, cuando Alberto Fernández asumió como presidente, Gustavo Béliz fue designado como secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia. Ese puesto lo ocupó hasta hoy al mediodía, cuando le presentó la renuncia indeclinable al primer mandatario.
La salida de Béliz se da en el medio de las múltiples negociaciones por el desembarco de Sergio Massa al Gabinete Nacional y con los consecuentes cambios que habrá en la gestión del Frente de Todos. Aunque las fuentes oficiales no brindaron información concreta sobre la renuncia, la salida de Béliz es una clara señal de que el albertismo ha perdido poder en la Rosada.
Es que el ahora ex secretario de Asuntos Estratégicos era uno de los funcionarios más cercanos al presidente y había sido elegido por sus contactos con los diferentes bancos en Estados Unidos frente a las negociaciones que Argentina debía llevar con el FMI por la deuda contraída por Mauricio Macri en 2018.
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Béliz había asumido diversas tareas como la dirección del Consejo Económico y Social. En la interna del Frente de Todos, es uno de los más criticados por su pobre rol durante la gestión tanto durante la pandemia de coronavirus como en el momento de conseguir créditos e inversiones desde Estados Unidos.
Béliz es abogado de la Universidad de Buenos Aires y tiene estudios de posgrado en la London School of Economics. Tiene 60 años y una larga trayectoria en la política nacional. Fue ministro del Interior entre 1992 y 1993, durante la primera presidencia de Carlos Menem, y legislador de la Ciudad de Buenos Aires (1997-2000).
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Por otra parte fue ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos entre 2003 y 2004 en la presidencia de Néstor Kirchner, quien le pidió la renuncia. Entre 2005 y 2013 vivió en Washington y trabajó en el Banco Interamericano de Desarrollo, adonde llegó a dirigir el Instituto para la Integración de América Latina y el Caribe (INTAL), ocupación que lo llevó a vivir un año en Uruguay.
En octubre de 2019 participó en un acto junto al presidente Fernández, con quien fue compañero en el gobierno de Kirchner, y días después confirmó que se sumaría a su equipo. El 10 de diciembre de 2019, asumió como Secretario de Asuntos Estratégicos de la Presidencia.
Antes había tenido una oferta para regresar a la política. Fue en 2015 y el ofrecimiento fue de parte de Elisa Carrió. Pero la rechazó. Durante sus dos años y medio de gestión, se mostró muy cercano al presidente y colaboró con él hasta los últimos días. Hoy decidió irse por la puerta trasera de la Casa de Gobierno. Y no hizo declaraciones.