24 Octubre de 2016 20:59
Hace un año, el 25 de octubre de 2015, consiguieron poco más del 35 % de los votos (alrededor de 3 millones) y llevaron al peronismo bonaerense al sótano de los resultados electorales.
Contra la inmensa mayoría de los pronósticos, la fórmula de Aníbal Fernández y Martín Sabbatella perdió con la entonces vicejefa de gobierno porteño, María Eugenia Vidal, y un radical absolutamente desconocido para las mayorías, Daniel Salvador.
La derrota del oficialismo kirchnerista en la provincia de Buenos Aires fue un golpe letal y demoledor, del que Daniel Scioli y sus seguidores no encontraron forma de recuperarse.
Randazzo, Aníbal y Julián Domínguez. ¿Parteros de la derrota?
La catástrofe en los comicios en el territorio que el peronismo gobernaba desde hacía 28 años se llevó puestas las chances del candidato que Cristina Kirchner había designado a dedo y a regañadientes.
Todavía hoy, 12 meses después, el peronismo parece haber perdido el sentido de la orientación y no tiene claro con qué candidato y con qué proyecto irá a pelear en 2017 la madre de todas las batallas.
Sin embargo, el acuerdo es generalizado en un punto: no habrá 2019 con posibilidades de ganar si el año próximo el peronismo bonaerense no logra dar dos pasos: saldar sus diferencias en un proceso electoral y hacer una buena elección en los comicios generales.
Insaurralde, Julián, Scioli y Espinosa en campaña en Lomas de Zamora, hace un año.
Los peronistas del Frente Renovador como Felipe Solá y Daniel Arroyo siguen afuera del PJ oficial y todo indica -al menos hasta ahora- que se encaminan a competir nuevamente dentro del espacio de Sergio Massa.
Scioli y Aníbal Fernández, en 2015. Aníbal lo criticaba por los medios cada mañana.
Los intendentes se dividen en cuatro grupos que tienen nombre propio pero todavía buscan candidato: el Grupo Esmeralda (del peronismo moderado que toma distancia del kirchnerismo) y el Grupo Fénix (que incluye a los sectores kirchneristas pero se muestra menos activo).
El Grupo Esmeralda reune a Martín Insaurralde, de Lomas de Zamora; Gabriel Katopodis de San Martín, y Juan Zabaleta, de Hurlingham.
Hoy la obra pública nacional no existe, por eso queremos que en el #Presupuesto2017 se explicite los recursos que se le asignen pic.twitter.com/NgPubrLjLh
- Fernando Espinoza (@FerEspinozaOK)
EL GRUPO FENIX
El Grupo Fénix suma más intendentes pero todos giran en la órbita de la quinta provincia argentina, La Matanza, el distrito que Fernando Espinosa le heredó a Verónica Magario.
La fórmula perdedora. Domínguez y Espinosa perdieron con Aníbal y sugirieron fraude.
El Esmeralda (con peso en la primera y tercera sección electoral) y el Grupo Fénix (con incidencia fundamental en la primera con eje en La Matanza) no son los únicos agrupamientos.
A ellos, se suman el llamado El Establo (grupo de jefes comunales del interior bonaerense) y el núcleo del kirchnerismo duro que consta hoy de 3 intendentes: Jorge Ferraresi de Avellaneda, Patricio Mussi, de Berazategui y Mario Secco, de Ensenada.
Tensión. El ex candidato a presidente y el ex presidente de la Cámara de Diputados.
Aníbal Fernández, el gran mariscal de la derrota, hoy aparece dentro del reducto del kirchnerismo residual, alineado con la ex presidenta sin fisuras.
BORRACHO CUESTA CARO: Empleado de Rogelio Frigerio en pedo con champagne en auto del Estado Nacional. Así es... https://t.co/GNEhfehtxs ...
- Aníbal Fernández (@FernandezAnibal)
El ex jefe de Gabinete es noticia cuando alguna causa judicial lo complica o cuando escribe algo en la red social Twitter. Pero parece con nulo predicamento en el peronismo que lo acompañó hasta la puerta política del cementerio.
La campaña bonaerense con dos pinguinos. José López y Meyer, de Turismo.
Dejó de ser el presidente de Quilmes y renunció a la presidencia de la Confederación Argentina de Hockey. Escribe en su blog y atiende en su estudio de Paraná y Tucumán en su doble rol de abogado y contador.
"Que deje de comprarle droga a los transas", palo de Aníbal a Julián en la campaña.
Después de ser precandidato a presidente y precandidato a gobernador derrotado en las PASO, Julián Domínguez sigue haciendo política.
[CAMPANA] Presentamos un análisis de la realidad #ElTermómetro pic.twitter.com/h488EzoKkr
- Julián Domínguez (@DominguezJul)
El ex ministro de Agricultura de Cristina recorre unidades básicas de la provincia, presenta un informe sobre la situación social llamado "El termometro" y se afina la sintonía con Florencio Randazzo.
Encarna al peronismo derrotado en las internas y busca revancha, aunque arranca varios casilleros más atrás que hace un año.
Espinosa, Julián y Aníbal, sonrisas posadas para los fotografos.
Domínguez también sufrió el impacto de la derrota pero es consultado por distintos sectores y busca alinearse con el intento del Grupo Esmeralda por respaldar a Randazzo. Se reunieron cuatro veces en los últimos 30 días.
El ex presidente de la Cámara de Diputados afirma que para dar inicio al peronismo del siglo XXI, el partido debe ordenarse en una interna en 2017. Recorre la provincia y apuesta por Randazzo ante la posibilidad de una interna, pero mantiene relación con el cristinismo: estuvo en el Instituto Patria hace poco tiempo.
Dominguez hoy está cerca de Randazzo. Se reunieron 4 veces en el último mes.
Randazzo, el gran ausente de la madre de todas las batallas, parece haber quedado a salvo de la debacle del peronismo kirchnerista. Por lo menos eso es lo que piensan los intendentes que lo respaldan como candidato a senador 2017 en la provincia de Buenos Aires.
Con el beneficio de la duda en torno a la candidatura de Cristina Kirchner, hoy los candidatos parecen ser dos: Randazzo y Daniel Scioli, el ex gobernador que sigue dentro del campamento de la ex presidenta. Estuvieron juntos hace dos semanas en el acto de la Universidad de Quilmes en el que CFK recibió el doctorado Honoris Causa.
Cristina y sus elegidos: el dedazo terminó mal. ¿Habrá interna en 2017?
A un año de la derrota electoral más dura que haya sufrido desde el regreso de la democracia en la provincia de Buenos Aires, el peronismo busca reagruparse para llegar con más fuerza a 2017, un año bisagra en el que espera tener su revancha.
