Era uno de los más resistidos del Gobierno. Sus formas no caían bien en el gabinete económico, el staff de funcionarios que se reúne una mañana cada 15 días en Casa Rosada. Allí, para matizar sus modos, solía intervenir su viceministro, Pedro Lacoste, un viejo conocido de Elisa Carrió. Una forma elegante de no cruzarse con sus pares.
Como sea, Alfonso Prat Gay dejó el Gobierno bajo un manto de internas y quejas de parte de sus pares del gabinete económico.
Prat Gay durante el último timbreo con Segundo Cernadas en Tigre.
“Era difícil tratar con Alfonso, casi una cuestión de egos”, cuenta a BigBang uno de los funcionarios de Casa Rosada. Acaso por ello, el Gobierno lo marginó de la negociación política por la modificación del impuesto a las Ganancias y, en los últimos meses, tampoco tenía mucha visibilidad.
“Era difícil tratar con Alfonso, casi una cuestión de egos
Es que el ahora saliente ministro de Hacienda venía cosechando tempestades con sus colegas. Entre sus enemigos internos se puede contar:
1. Federico Sturzenegger, titular del Banco Central
Las discrepancias con él fueron públicas: Prat Gay pretendía que el Central baje las tasas de interés y Sturzenegger aseguraba que, para bajar la inflación, era mejor mantenerlas altas. Muchas de sus discusiones terminaron en voz alta y el presidente del Banco Central dejó de concurrir a las reuniones del gabinete económico por un tiempo.
2. Rogelio Frigerio, ministro del Interior
La pelea con Frigerio se debió, sobre todo en los primeros seis meses de Gobierno, porque uno de los funcionarios de Prat Gay, Gustavo Marconato (un ex kirchnerista) “pisaba” los pagos a los gobernadores e intendentes. El ministro del Interior se quejó en varias oportunidades de su par de Hacienda: aseguraba que le generaba ruido político con los mandatarios provinciales.
3. Nicolás Caputo, el amigo de Macri
El mejor amigo del presidente también lo cuestionaba. Entre los suyos, repetía que no estaba de acuerdo con la forma que tenía de gestionar y que, como ministro, debía tener un rol más activo con el empresariado y con otras fuerzas políticas. Por lo contrario, Caputo adulaba a su primo: Luis Caputo, el flamante ministro de Finanzas, que secundaba a Prat Gay.
4. Marcos Peña, el jefe de Gabinete
El jefe de Gabinete, en no pocas oportunidades, lo acusaba de “cortarse solo” en términos de comunicación. Sobre todo, al comienzo de la gestión. La bronca entre ambos fue in crescendo: Peña no lo tenía demasiado en cuenta como vocero de la gestión. El ahora ex ministro también se quejaba del jefe de Gabinete.
5. Mario Quintana, el coordinador de ministros
Era con quien trabajaba codo a codo. Más paciente que otros funcionarios, Quintana intentaba “ordenar” el trabajo de Prat Gay, sin embargo cada vez le costaba más.