12 Septiembre de 2016 19:46
Los “picaditos” en la cancha de fútbol de Olivos no sólo son un relax para los principales funcionarios del Gabinete nacional y provincial. También pueden ser una trampa. Es que desde que comenzaron ya se llevaron, al menos, cinco lesionados.
Los partidos, que comenzaron los martes por la noche y ahora se juegan los miércoles, son el momento de charla y asado posterior en la residencia presidencial. Pero, a la hora del partido, pueden ponerse ásperos: pueden surgir cruces fuertes y hasta insultos. Poco PRO, a veces.
Dietrich y su brazo lastimado.
El más duro
Entre los más duros, en el Gobierno recuerdan a Diego “el Colorado” Santilli cuando fue muy fuerte contra el jefe de Gabinete, Marcos Peña, quien juega de diez. El jefe de ministros no suele insultar pero soltó un “epa” que se escuchó fuerte. “Es un amistoso che”, se pudo oír. Santilli, fanático de River como su padre y su hermano Darío, juega a todo a nada, bajo su fanatismo por el fútbol, incluso cuando juega al con sus amigos. De todas maneras, es raro que le vayan fuerte a Peña. Hoy tiene la llave de las decisiones más importantes del Gobierno nacional.
Macri se lesionó jugando al paddle y eso demora su reaparición en los picados.
Otro cruce que dejó, en este caso, un lesionado, se dio a comienzos de año cuando el secretario de Medios, Jorge Greco, sintió un impacto fuerte en su cara que le partió el labio. Fue en un choque con el titular del ANSES, Emilio Basavilbaso. El hombre que tiene a su cargo los jubilados venía a toda velocidad a disputar una pelota con el funcionario encargado de la publicidad oficial, quien suele jugar de tres. “No lo vio”, dicen en la Casa Rosada. Greco estuvo con el labio hinchado varios días.
Marcos Peña, el capitán del Boca macrista.
Otro "herido" fue el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien suele lucirse con sus toques de primera. Hace cuatro meses sufrió un fuerte tirón en su pierna derecha y tuvo que salir. Estuvo varias semanas sin poder volver a las canchas.
En el gabinete de Interior hubo otro herido: se trata de Ezequiel Fernández Langan, quien tiene a su cargo la reforma electoral y la implementación de las elecciones. En este caso, Langan se cayó solo y, quienes lo vieron, aseguran que fue un golpe fuerte. Fue hace dos meses y el tropezón lo marginó de las canchas también.
Frigerio y Santilli, en el River macrista.
Otro jugador lesionado fue Iván Pavlovsky, el vocero presidencial, y uno de los arqueros más elogiados de los “picaditos”. Pavlovsky se había lesionado en su mano derecha luego de atajar una pelota contra un pelota y terminó fisurado.
El último "caído": Dietrich
El último gran herido fue el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich. “Guillo” fue a disputar una pelota y se lastimó casi de manera insólita: la pelota impactó, de mala manera, en su mano y terminó quebrándole la muñeca. Fue cuando un funcionario de la jefatura de Gabinete intentaba mandar un centro y el ministro quiso cortarlo. La pelota impactó de lleno y lo obligó a salir con dolor. Los médicos de la Unidad Médica Presidencial minimizaron el tema: le dijeron que el dolor era fruto del golpe. Pero, horas más tarde, Dietrich terminó en el Hospital Alemán y tuvieron que colocarle un yeso.
Dietrich y su brazo lastimado.
Por su lado, el presidente aún se recupera de su rodilla operada, tras una fisura jugando al paddle. Hace tres semanas probó medio tiempo y eso alcanzó para que se pierda un penal. No volvió a las canchas aún. Teme ser uno de más de la lista de "heridos".
