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La caída de Milagro Sala
La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, el ex ministro de la Corte Suprema de Justicia, Raúl Eugenio Zaffaroni, el ex vicepresidente de la Nación, Amado Boudou, el ex ministro de Economía, Axel Kicillof, el ex vicegobernador de Buenos Aires, Gabriel Mariotto, el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, y uno de los abogados de Cristina Kirchner, Gregorio Dalbón, fueron algunos de los políticos que visitaron a Milagro Sala en los 351 días que lleva detenida en la Unidad Penal de Mujeres de Alto Comedero desde que el 16 de enero la Policía de Jujuy la arrestó por liderar durante 32 días un acampe frente a la Gobernación de Gerardo Morales para rechazar el reordenamiento de los subsidios a cooperativas como su Tupac Amaru.
Milagro Sala durante uno de los juicios en su contra.
El Juzgado Contravencional n°1 de Jujuy la condenó el jueves inhabilitándola para formar parte durante tres años de asociaciones civiles y políticas como la que había fundado en noviembre de 1999 para "reinstalar la cultura del trabajo" en su provincia, con la que finalmente construyó casas, escuelas y un "estado paralelo" denunciado por el ahora gobernador. El Tribunal Oral Federal la condenó el miércoles a tres años de prisión en suspenso por el escrache del 2009 al por entonces senador del que nunca participó. Las resoluciones de la ONU, la OEA y Human Right no fueron suficientes para que Sala esperara en libertad todas las causas que pesan en su contra. Por eso, aguardará la llegada del 2017 en su pequeña celda. Brindará, al menos, con Alberto Fernández.
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Cristina Kirchner, procesada
13 de abril, Comodoro Py 2002, Buenos Aires. Por primera vez, Cristina Kirchner debió subir los 16 escalones de los Tribunales Federales para declarar en la indagatoria solicitada por el titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional n°11, Claudio Bonadío, por su supuesta responsabilidad política en la compra venta de contratos a dólar futuro que le provocaron pérdidas por $ 77.325.739.338,60 (US$ 17.000 millones) al Banco Central (BCRA). La ex presidenta, estratégicamente, montó un escenario frente al Palacio de Justicia para afirmar ante miles de militantes kirchneristas que era víctima de una "operación del partido judicial" para "tapar" la crisis económica provocada por el gobierno de Mauricio Macri. Exactamente un mes después, el juez federal procesó a la ex presidenta, al ex ministro de Economía, Axel Kicillof, el ex presidente del BCRA, Alejandro Vanoli, y otros once ex funcionarios kirchneristas.
La ex presidenta terminó el año como lo había empezado: procesada. Es que el titular del Juzgado en lo Criminal y Correccional n°10, Julián Ercolini, dictó el martes esa medida al acusarla de liderar una "asociación ilícita" para beneficiar al amigo de Néstor Kirchner, Lázaro Báez, en el reparto de la obra pública hacia Austral Construcciones. Por eso, la embargó por la friolera de $ 10.000 millones. Sí, $ 10.000.000.000. También procesó y embargó al dueño de la constructora, preso desde abril en Ezeiza, al ex ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, con fueros como diputado nacional, al ex secretario de Obras Públicas, José López, detenido desde junio en Ezeiza, al ex coordinador de la Obra Pública Federal, Carlos Santiago Kirchner, enigmático primo del fallecido ex presidente, y al ex director de Vialidad, Nelson Periotti. A todos los embargó por un total de $ 75.000 millones.
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Macri en los Panamá Papers
Panamá Papers, Kagemusha SA y Fleg Trading Limitada son tres nombres que provocaron crisis de nervios a Mauricio Macri. El 3 de abril, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) reveló miles de documentos filtrados de Mossack Fonseca en el que diferentes personalidades mundiales, como el Presidente, habrían participado de oscuros entramados societarios. Los mismos incluían empresas en paraísos fiscales -las popularmente conocidas como offshores- en ese país de América Central, para evadir impuestos en su país de origen.
Por eso, el mismo juez federal que lleva adelante la causa sobre la "Ruta del dinero K", Sebastián Casanello, también investiga si el ahora presidente obtuvo beneficios en las empresas en las que figuraba como vicepresidente. Así, hasta el último día del año, Macri debió insistir en su inocencia: "Suministré toda la documentación, pero si hice una declaración maliciosa, quedó claro que no oculté nada. Cualquier cosa que se derive de miembros de mi familia estará en los fueros correspondientes".
Franco asume la responsabilidad en lugar de Mauricio.
Fracsocma Internacional SA, Impresit Sideco SA y Macri Group Corp son otras de las 28 offshores relacionadas con familiares del presidente de la Nación. En los Panamá Papers también figuran empresas asociadas a referentes del PRO como el intendente de Vicente López, Jorge Macri, y el jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti. Y también al fallecido secretario privado de Néstor Kirchner, Daniel Muñoz, con una offshore en las Islas Vírgenes Británicas. De esta manera, el líder de Cambiemos tiene una curiosa coincidencia con la jefa del Frente para la Victoria: la Justicia lo investiga por lavado de dinero. En su caso: US$ 9,3 millones.
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Massa empezó la campaña
20 de enero, Foro Económico Mundial, ciudad de Davos. Mauricio Macri aterrizaba en los Alpes Suizos para llevarse de vuelta la "lluvia de inversiones". Para eso, lo acompañó ni más ni menos que, como lo describió, "uno de los líderes más importantes de la oposición", Sergio Massa, jefe del Frente Renovador, quien por aquellos días se autodefinía como representante de una "oposición responsable" para garantizar la gobernabilidad del país. La incipiente amistad entre los hombres que derrotaron en el 2013 y en el 2015 al kirchnerismo poco a poco comenzó con idas y vueltas hasta que en diciembre se transformó en una rivalidad que continuará fuertemente en 2017.
Macri y Massa en busca de inversiones en Davos.
De hecho, la promesa que el por entonces candidato de Cambiemos realizó durante toda la campaña, "los trabajadores no pagarán el Impuesto a las Ganancias", fue el escenario elegido por el "impostor" para comenzar informalmente la campaña para las elecciones legislativas del año que viene.
Con proyecto propio, ante el letargo oficialista, Massa obligó a Macri a presentar una propuesta para no perder la iniciativa. Como sea, desde el 1 de enero el Mínimo no Imponible será de $ 37.000 brutos mensuales para los casados con hijos y $ 27.941 para los solteros.