A medida que avanza el calendario electoral, y en el medio de la incertidumbre sobre si tendrá o no modificaciones debido a las idas y vueltas con las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, comienza de a poco a terminar de elaborar su diagnóstico sobre el escenario actual a nivel país.
En la previa a lo que serán las elecciones de medio término, el alcalde porteño mira distintos números y compara posibles escenarios, junto con sus tres armadores principales, el triángulo que tal y como contó en exclusiva hace más de un año BigBang está compuesto por el vicejefe porteño, Diego Santilli, (con el ministro de Gobierno, Bruno Screnci Silva, y el vicepresidente primero de la Legislatura porteña, Agustín Forchieri, como sus principales colaboradores), el secretario de Ambiente, Eduardo Macchiavelli, y el Secretario General, Fernando Straface.
De ahí, y por estas horas, sale una de las principales preocupaciones en el equipo que busca que Rodríguez Larreta sea presidente: la poca movilidad de los "desencantados" con la administración del jefe de Estado, Alberto Fernández. “Los que están enojados por la crisis sanitaria y económica, los desencantados por el rumbo que tomó el Gobierno, no están migrando hacia nosotros como pasó en 2015”, le dijo a BigBang uno de los principales armadores del alcalde porteño.
Esto explica, a la vez, los motivos por los que Rodríguez Larreta considera que entre el Frente de Todos y Juntos por el Cambio no hay opciones en el medio debido a que podría canalizar justamente ese voto en cuestión. Nadie en la coalición opositora quiere decirlo en voz alta, pero por primera vez encuentran el escenario propicio para que surja una variante como la del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
“Hoy en día, lo que nos falta es que se logre entender que Horacio es algo nuevo, que transmita que se puede gobernar de otras formas y que, aunque está dentro del mismo espacio, no es lo mismo que Mauricio (Macri, ex presidente)”, agregaron. Esa diferencia, y a la vez esa cualidad que buscan, en la gran mayoría de JxC coinciden que es necesaria para lograr ser una alternativa real de poder.
A eso apuntan cuando, en los círculos de tomas de decisiones de la coalición opositora se remarca que Macri no puede ser el candidato, pero tampoco se puede aspirar a ser una alternativa electoral con posibilidades si se busca dejarlo afuera. El ex presidente, según explican allegados, es consciente de esta situación. “Antes que político, Macri es ingeniero. Todo el tiempo está viendo números”, agregan.
Esto no significa que dentro de Juntos por el Cambio todos estén de acuerdo con que ese es el punto central sobre el cual tiene que construirse la plataforma de cara a las elecciones. La ex ministra de Seguridad y actual presidenta del PRO, Patricia Bullrich, en más de una ocasión sostuvo que antes que nada hay que mostrarse como la opción opositora y eso se consigue convirtiéndose en la punta de lanza de las críticas hacía la gestión de Fernández.
“Tenemos que ser los que todo el tiempo están señalando los errores, equivocaciones y la agenda de impunidad que lleva el Gobierno”, afirma en las reuniones partidarias. Sin embargo, hasta ahora, esa es la única diferencia que la ex ministra de Seguridad tiene abiertamente con el resto de la coalición opositora.
Al igual que la ex gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, que la líder de la Coalición Cívica, Elisa “Lilita” Carrió, y el presidente de la Unión Cívica Radical (UCR), Alfredo Cornejo, poco a poco comienza a militar con fuerza la idea de que después de mantener la unidad de Juntos por el Cambio el objetivo tiene que estar puesto en la apertura del espacio.
Esa tesitura que durante años remarcaban, entre otros, el ex ministro de Interior, Rogelio Frigerio, y el ex presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, comienza a ser predominante por encima del giro hacia el núcleo duro.
Bajo la predica de “el límite es el kirchnerismo”, una frase modificada de Carrió (antes de 2015 solía repetir que “el límite era Macri”), Juntos por el Cambio buscará tejer alianzas con todos los sectores necesarios para convertirse en una alternativa de poder.
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Algo que, al mismo tiempo, empieza a suceder en otros partidos políticos por fuera de la mencionada coalición que se encuentran en una situación similar.