10 Agosto de 2016 05:14
Una serie de irregularidades fueron detectadas en los registros de ingreso y egreso de la quinta presidencial de Olivos, durante los años en los que la familia Kirchner ocupó la residencia, entre 2003 y 2015.
Los registros de ingreso y egreso de la propiedad exponen irregularidades.
Al faltante de planillas de varios días claves, como las correspondientes a las horas previas y posteriores a la muerte del fiscal Alberto Nisman, se suman apellidos mal escritos y una falta de rigurosidad alarmante: en numerosas ocasiones no se anotaban patentes, ni se pedían documentos y sólo se identificaba al conductor del vehículo, nunca a sus acompañantes.
Los registros analizados contemplan los mandatos de Cristina, entre 2007 y 2015.
De estos registros también surgen datos curiosos. Por ejemplo, el CEO de Clarín, Héctor Magnetto, tal vez uno de los apellidos más demonizados por el gobierno kirchnerista tras la pelea del Gobierno con el grupo de medios, visitó la quinta en cinco oportunidades, a pesar de que, tal como consignó La Nación, el empresario había manifestado “haberse sentado diez o doce veces a comer en Olivos”.
El CEO de Clarín visitó la propiedad en cinco oportunidades.
Resulta llamativo que el empresario kirchnerista Lázaro Báez, detenido mientras la Justicia intenta determinar si a través de sus empresas constructoras incurrió en maniobras de lavado de dinero que podrían salpicar de cerca a la ex mandataria y sus hijos Florencia y Máximo Kirchner, no figura en ningún registro, a pesar de haber afirmado que estuvo en el lugar.
Báez no figura en ninguno de los registros de la propiedad.
Por otra parte, es curioso que el secretario de Legal y Técnica, Carlos Zannini figura apenas 17 veces, a pesar de que solía cenar varias noches a la semana en la quinta.
El top cinco de los visitantes más regulares a la quinta, según los registros hallados correspondientes a 2007 y 2015, está compuesto por el vocero Alfredo Scoccimarro (495 anotaciones), el peluquero Sergio Rodríguez (359), el ex secretario general de la Presidencia y luego jefe de la SIDE Oscar Parrilli (304), Osvaldo "Bochi" Sanfelice (245), la profesora de gimnasia Luciana López (229) y el cadete devenido empresario, Rudy Ulloa (176).
Errores
Los faltantes de información sobre quienes ingresaron y dejaron la propiedad son preocupantes. Los estándares de seguridad están por debajo, incluso, a los de cualquier country de la provincia de Buenos Aires.
Errores de ortografía y faltante de datos claves, entre las irregularidades más comunes.
En ese sentido, se detectó que en varias oportunidades, los documentos de identidad anotados no corresponden con el apellido del ingresante. ¿Un ejemplo? Consta un "Sergio Etchegaray", con DNI 17.478.630, que pertenece a Claudio Rau. Y en realidad el documento del entonces titular de la AFIP, Ricardo Echegaray (que se escribe sin "t"), es el 17.478.633. De esta forma el hombre de la “garita” no solo escribió mal el apellido sino que erró en el nombre y el documento.
Por otra parte, en varias ocasiones los conductores fueron identificados como "chofer SIDE" o "chofer Julián Álvarez", sin detallar si el ex viceministro de Justicia se encontraba dentro del vehículo. O si había más ocupantes. Faltantes de información, que por error u omisión, buscaron ocultar determinados datos.