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Los festejos del Bicentenario quiénes serán los grandes ausentes

Los países de la región finalmente enviarán representantes de segunda línea. La mayor atracción: el Rey Emérito Juan Carlos, justo en la celebración de los 200 años de la Independencia sobre España.

08 Julio de 2016 15:23
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Cuando Mauricio Macri encabece mañana 9 de julio los festejos por el Bicentenario de la Independencia, el Rey Emérito de España, Juan Carlos, será, llamativamente, la mayor atracción en la provincia de Tucumán. No por decisión del propio presidente sino por la ausencia de sus pares regionales.

Mañana comenzará los festejos por la Independencia declarada en Tucumán hace 200 años.

Es que, si bien Cancillería los tenía confirmados, finalmente suspendieron a último momento su participación los presidentes Michelle Bachelet (Chile), Horacio Cartés (Paraguay) y Sergio Mattarella (Italia). Por eso, los países regionales estarán representados por personajes de segunda línea.

La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, finalmente no estará presente en Tucumán.

Así, Brasil enviará a su ministro de Defensa, Raúl Jungmann; Uruguay, a su vicepresidente, Raúl Sendic; Chile, a su presidente de la Corte Suprema de Justicia, Hugo Domenech; Bolivia, a su vicepresidente, Álvaro García Linera; e Italia, a su viceministro de Exteriores, Mario Giro.

El cuadernillo está a cargo del Ministerio de Desarrollo Social, que preside Alicia Kirchner

Cristina Kirchner y Alicia Kirchner tampoco formarán parte de los festejos del Bicentenario.

En tanto, 21 gobernadores y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, volarán hacia Tucumán. Los únicos mandatarios provinciales que no estarán presentes en los festejos serán los de Chubut, Mario Das Neves, y de Santa Cruz, Alicia Kirchner. La ex presidenta Cristina Kirchner directamente no fue invitada.

El Gobierno tampoco invitó a anteriores presidentes: Eduardo Duhalde, Adolfo Rodríguez SaáFernando De la Rúa, Carlos Menem y María Estela Martínez de Perón. La unidad de los argentinos, entonces, deberá esperar cien años para tener una nueva oportunidad.

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