El gobierno nacional pareció calmarse luego de que la CGT bajara sus exigencias ante los anuncios del ministro de Trabajo, Jorge Triaca. Sin embargo, otro frente de presiones acaba de abrirse: el de los reclamos de los gobernadores peronistas ante el armado del presupuesto 2017.
Los gobernadores justicialistas endurecen sus pedidos presupuestarios.
Así, el requerimiento puntual pasa por un incremento de 108 mil millones de pesos de la partida presupuestaria para las provincias por fuera de la coparticipación, incluyendo un reparto total del impuesto al cheque y la creación de un fondo de convergencia.
Los gobernadores peronistas pretenden que los Aportes del Tesoro Nacional (ATN) -hasta ahora una erogación discrecional por parte del Ministerio del Interior- también comiencen a ser coparticipables, recaudando así unos 22 mil millones de pesos extra.
La creación de un Fondo de Convergencia, mientras tanto, fue idea de Juan Manuel Urtubey, y equivale a 25 mil millones de dólares más. Según el gobernador salteño, la intención es utilizar esos fondos para obras urgentes de infraestructura en las provincias más postergadas.
Negociación clave
La decisión de negociar un aumento de las partidas presupuestarias se tomó en el marco de una reunión de gobernadores peronistas en el Consejo Federal de Inversiones (CFI).
La estrategia oficial del gobierno nacional pasa por negociar con cada gobernador de manera individual, buscando consensuar una vía rápida. Mucho más teniendo en cuenta que los legisladores peronistas -siguiendo las directivas de sus gobernadores- serán piezas clave al momento de aprobar el primer presupuesto de la presidencia de Mauricio Macri.