A través de una carta documento enviada al titular del PAMI, Esteban Leguízamo, el presidente del Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) de La Plata, Rodolfo Carrizo, exigió la restitución inmediata de la cobertura al 100% de los medicamentos, recorte hecho a principios de mes por el PAMI en un marco de ajuste del gobierno de Javier Milei contra jubilados y pensionados, advirtiendo que esta medida constituye "una acción regresiva" y una "violación severa al derecho humano a la salud".
En su denuncia, el CECIM señaló que muchos ex soldados conscriptos acudieron a las farmacias y fueron obligados a pagar por tratamientos esenciales vinculados a secuelas de guerra, como el estrés postraumático. "Muchos ex soldados conscriptos combatientes de Malvinas han acudido a las farmacias a obtener los medicamentos que, hasta la semana anterior, tenían una cobertura total y se les ha cobrado por ellos", señala el documento que rápidamente se viralizó por las redes sociales.
El reclamo no es solo técnico; toca fibras profundamente sensibles en la sociedad argentina. Las heridas de la guerra de Malvinas no se cerraron con el final del conflicto en 1982. Las secuelas físicas y emocionales que cargan los veteranos son un recordatorio constante del sacrificio que hicieron. Esta medida, lejos de ser un ajuste administrativo, suma una carga adicional a quienes ya han soportado demasiado. "Muchos de esos medicamentos obedecen a tratamientos crónicos que guardan estricta relación con el hecho bélico que tuvo lugar en el año 1982 (secuelas de guerra y estrés post traumático)", advirtió el CECIM.
La política del gobierno de Milei, marcada por una retórica de austeridad y recorte del gasto público, comienza a mostrar sus consecuencias más crudas. El ajuste en el PAMI no solo afecta a jubilados con ingresos bajos, sino también a un grupo protegido por la ley, como los excombatientes. "El organismo a su cargo se encuentra, por tanto, incurso en un incumplimiento flagrante de los términos de la resolución 191/05 (Programa Nacional de Atención a Veteranos de Guerra y su grupo familiar), lo que constituye una acción regresiva cuyos alcalices implican una severa violación al derecho humano a la salud...", le remarcó Carrizo a Leguízamo.
El argumento oficial es que los veteranos solo necesitan realizar un trámite para mantener su cobertura. Sin embargo, este requisito no es menor para un colectivo envejecido, con problemas de movilidad y en muchos casos con dificultades tecnológicas para acceder al sistema online del PAMI. Lo que se presenta como un procedimiento "sencillo" es, en realidad, una barrera burocrática que discrimina y desprotege a los más vulnerables. "Este colectivo es sujeto de protección especifica (conforme Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales-art 12 incorporado por art. 75 inc 22 CN-)", resaltó la carta documento.
Milei, que en su campaña exaltó los valores de la libertad y el respeto a los héroes de la patria, parece haber olvidado a aquellos que cargan con las cicatrices de haber defendido el suelo argentino. Este ajuste contradice cualquier discurso sobre soberanía o justicia social y pone en evidencia una gestión que privilegia el ahorro fiscal por sobre las obligaciones éticas y legales. La guerra de Malvinas no terminó en junio de 1982. El saldo de 649 muertos en combate fue solo el inicio de un largo calvario para miles de veteranos, muchos de los cuales sucumbieron al suicidio debido a las secuelas del conflicto.
Desde entonces, el Estado asumió el deber de brindarles apoyo integral, no solo como una compensación por su sacrificio, sino como un reconocimiento moral a su lucha. Privar a los veteranos del acceso pleno a sus medicamentos no es solo un incumplimiento legal, sino también un agravio ético que refleja el desapego de este gobierno por los compromisos fundamentales del Estado. La medida ha generado una ola de indignación que podría extenderse más allá de los centros de ex combatientes. Si Milei quiere sostener su discurso de cambio y defensa de los valores nacionales, deberá escuchar a quienes realmente pusieron el cuerpo por el país.