Para Mauricio Macri los “Panamá papers” no fueron una novedad. Se enteró hace aproximadamente un mes, cuando le llegó la inquietud sobre la aparición de su nombre tras la investigación que iniciaron el inmenso grupo de periodistas sobre los documentos secretos del estudio Fonseca, encargado de armar empresas offshore.
El presidente integró el directorio de la offshore Fleg Trading de su padre, pero asegura no cobró dividendos.
El requerimiento partió cuando los periodistas se percataron sobre la participación del presidente en una sociedad offshore (Fleg Trading Ltd.) desde 1998, junto a su padre Franco y su hermano menor, Mariano, que funcionó hasta 2009.
Antes de asumir, Macri se comprometió a poner su fortuna familiar en un fideicomiso para transparentar su gestión.
En ese tiempo, Mariano, quien habla en perfecto chino, participaba de los negocios del patriarca del clan, al igual que Gianfranco, el hermano del medio de los cuatro (Sandra falleció a mitad de 2014).
Según fuentes del PRO, Franco solía armar y desarmar sociedades con fines impositivos y, sobre todo, en medio de las regulaciones estrictas sobre la salida de divisas. En este caso, Fleg Trading Ltd. tenía como fin ser una subsidiaria del holding para trabajar en Brasil. Una triangulación empresarial.
El presidente no sumó la sociedad en sus declaraciones de 2008 y 2009 porque no representaban activos.
Para ello, puso a sus dos hijos en el directorio. Según el entorno presidencial, sin acciones y sin percibir dinero a raíz de esto. Ese sería el motivo por el cual en las declaraciones juradas que presentó Macri como jefe de Gobierno en 2008 y en 2009 no aparece esta sociedad. Sí, en 2007 declaró una cuenta con casi tres millones de dólares en el banco Merryl Lynch de EE.UU., y 1,9 millones un año después.
El frente de Mosack Fonseca, la firma que hoy está en los diarios de todo el mundo.
“Nosotros aclaramos que era una sociedad 100 por ciento de Franco y Mauricio era un ocasional director, no cobró dividendos, y eso consta en la declaración jurada de Franco”, aclaró uno de los colaboradores del presidente a BigBang. “Lo que está pasando ahora con muchos personajes es que no participaron, ni respondieron cuando se les consultó por la investigación, no fue nuestro caso, por suerte”, agregó la misma fuente.
“Cuando nos llega el requerimiento, hace un mes aproximadamente, era muy preciso. El Gobierno respondió y eso nos salvó”, concluyó.
De todos modos, no está claro para qué utilizó la firma Franco. Y abre un interrogante sobre las sociedades fantasma que suelen armarse con fines poco claros.
Cómo sigue
Por ahora, Macri no tiene previsto realizar una conferencia de prensa ni subirse al tema, tras las explicaciones oficiales que se dieron ayer. A lo sumo, cuentan en la Casa Rosada, responderá alguna pregunta puntual de un periodista. Así lo decidió la "mesa chica" de comunicación que preside el jefe de Gabinete, Marcos Peña, y que integran los principales estrategas de comunicación del Gobierno.
Lo que se evalúa, en estas horas, es que uno de los contadores de Franco Macri aclare la situación para intentar dar por saldado el tema. Franco ya había estado presente en uno de los escándalos más trascendentales de la historia del líder del PRO: la causa por escuchas ilegales que, si bien terminó con su sobreseimiento, implicó un sinfin de problemas políticos. En definitiva, el padre de Mauricio se había atribuido, a través de la empresa de seguridad, Ackerman Group, haber espíado de manera ilegal al entonces marido de Sandra Macri. Curiosidades tribunalicias: nunca fue llamado a indagatoria.
La mesa chica del macrismo desestimó la necesidad de una conferencia de prensa.
También se analizó que la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, explique el tema, pero eso quedó subsumido a dar cuenta del funcionamiento de las sociedades offshore y por qué, si no se es accionista ni se cobró dividendos, el funcionario público no estaría en necesidad de dar cuenta en su declaración jurada.
"Son cuenta comerciales, no para evadir. Hay un montón de interpretaciones erradas en esto
“Son cuenta comerciales, no para evadir. Hay un montón de interpretaciones erradas en esto. Hay casos de argentinos que tenían cuenta offshore durante el kirchnerismo por el quilombo que era sacar la guita”, explica un funcionario que siguió el tema de cerca.
Así las cosas, el presidente espera que el escándalo se diluya. Acaso habrá otras noticias en el medio. Quizás le quede un sabor agridulce: otra vez, al igual que con las escuchas ilegales, ser el hijo de Franco no fue sencillo para su vida como dirigente político.