Si existiera una forma de medir la paciencia de una organización política, el índice del Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie marcaría que llegan al tercer año del Frente de Todos con el menor resto posible. Pese a las fuertes críticas por el ajuste llevado adelante desde el Ministerio de Desarrollo Social, y luego de que se corriera el rumor de que desistirían de acompañar a Alberto Fernández durante el discurso inaugural de las sesiones ordinarias que dará este miércoles en el Congreso Nacional, finalmente se confirmó que estos movimientos sociales estarán junto al mandatario y no lo dejarán solo para la foto.
El balance que hacen de su gestión desde estas organizaciones hasta el momento aliadas no es para nada positivo, y a este se le suman otros elementos muy sensibles que liman día tras día la relación que los unió desde 2019.
Uno de los principales ejes que generan rispideces entre ambos espacios es la gestión de Victoria Tolosa Paz al frente del Ministerio de Desarrollo Social. La dirigente ni bien llegó puso todas sus fuerzas en controlar, auditar y eliminar los planes Potenciar Trabaja que no correspondían, tensando la relación entre los movimientos sociales y la gestión nacional.
El criterio que utilizó la funcionaria no estaría respaldado por los referentes de estos espacios, que también cuentan con cargos e influencia en la cartera que conduce Tolosa Paz, al igual que en otros espacios de gestión.
La posibilidad de que Alberto enfrente una Plaza del Congreso vacía, tras su discurso público en el recinto, preocupó tanto al espacio que conduce como a estas organizaciones sociales que, aun con toda la bronca que tienen, prefirieron no abandonar al mandatario y generar imágenes y sucesos que puedan tributar a los opositores.
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"Se está llevando adelante un ajuste y eso no fue por lo que votaron a este gobierno", aseguraron fuentes cercanas a los movimientos sociales que integran el Frente de Todos (FdT). Estos espacios, además, denunciaron que a partir de la llegada de Tolos Paz se está consolidando una "estigmatización" contra quienes menos tienen y que necesitan de la ayuda social del Estado para subsistir."La gente no morfa y no se esperaba eso de un gobierno nacional y popular", cuestionaron en estos espacios. Según su punto de vista, la promesa electoral de "primero los últimos", quedó muy lejana de las aspiraciones actuales del gobierno nacional.
Al mismo tiempo, si bien identifican a su rival en Tolosa Paz, hay gestos que no cayeron bien en estos sectores, como cuando meses atrás el intendente de José C. Paz, Mario Ishii criticó a "los planeros" y fue aplaudido, en el mismo acto, por el Presidente.
La desesperación por ver que la pata derecha del FdT es la que se está imponiendo de cara a la PASO del espacio, fue la que motivó a que desde estos espacios busquen poner en pie una alternativa independiente para poder dar una disputa desde su propia fuerza y no como satélite de otros sectores.
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En los movimientos sociales son conscientes de que si la calle no es un polvorín es por la militancia que hacen estos espacios sobre quienes menos tienen, tanto en los comedores barriales como en la asistencia a quienes menos tienen en lo más profundo del conurbano bonaerense.A su vez, la reivindicación del modelo de cooperativas de trabajo que tienen en pie es uno de los caballitos de batalla de la gestión que hacen los movimientos sociales en el Ministerio de Desarrollo Social.
Según los datos del Registro Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (Renatep), más de tres millones de habitantes se desempeñan laboralmente de esta manera. Esto implica que en nueve de los 24 distritos de la Argentina, superan estadísticamente, en término de puestos de trabajo, al sector privado.
Por todas estas cosas es que, con el tanque de la paciencia marcando la reserva, los movimientos sociales le darán una nueva oportunidad a Alberto.