Las cosas no fueron fáciles en los últimos meses para el diputado nacional Gerardo Milman, del riñón de la presidenta del PRO Patricia Bullrich. Es que luego de que un testigo lo vinculara al atentado a Cristina Fernández de Kirchner por la declaración que oyó de su boca en el café Casa Blanca, en la cual decía que "cuando la maten yo estoy camino a la costa", todo fue barranca abajo para el secretario de Seguridad de Mauricio Macri, y muchos de sus maniobras ilegales salieron a la luz.
La Justicia comercial de la Nación intervino ayer por seis meses Salvattore Group S.A.S, la firma que tiene como socia a Carolina Gómez Mónaco, una de las asesoras de Milman que estaba con él en el café, cuando lo escucharon decir las fatídicas palabras que lograron que todas las sospechas se posen sobre él, y Fernando Agustín Daga, un contratado del diputado en la Cámara baja.
La decisión fue tomada por el juez nacional en lo comercial Pablo Frick, luego de que este analizó el pedido de la Inspección General de Justicia (IGJ) que se había iniciado en noviembre, tras detectar "más de media docena de irregularidades documentales y societarias" en la compañía.
Salvattore Group fue creada en septiembre de 2017, en pleno auge macrista, pero recién comenzó a operar en junio de 2019, cuando ya todo indicaba que el gobierno del ex presidente Mauricio Macri llegaba a su fin. A la hora de los balances comerciales obligatorios, la firma no los presenta desde hace tres años, justo cuando comenzó a operar, lo que también sumó sospechas en la Justicia. "No se presentó la documentación contable correspondiente a los años 2020, 2021 y 2022 y que la sociedad se dedicaría a explotar un centro de estética y escuela de modelos, actividades no incluidas en el objeto social", afirmaron.
"Se detectaron gravísimas irregularidades en el ente, particularmente en cuanto a su objeto social, su patrimonio, su sede social inscripta y su real actividad", explicaron en el expediente 23498/2022 de la Secretaría N° 28 del Juzgado Comercial 14.
Según el escrito, "la sociedad tiene una facturación anual de entre $10.050.385 y $50.251.921, aunque carece de actividad bancaria". Esto llamó sumamente la atención en la Justicia, ya que "con un capital de $ 17.720 integrado en un 25% según la actora (Gómez Mónaco) y sin ningún bien mueble o inmueble inscripto a su nombre -a pesar de facturar, según la IGJ, más de $10.000.000- la sociedad entraría en un supuesto de infracapitalización, que compromete la seguridad del tráfico negocial y es susceptible de causar daño a terceros".
Como frutilla del postre, la empresa "funciona" en un inmueble de 300 metros cuadrados a nombre de Gómez Mónaco y Graciela Bamonde, ex cuñada de Daga. "Estas irregularidades tornan absolutamente anómala la existencia de esta 'sociedad por acciones simplificada'", detalló la IGJ en su informe. La intervención y veeduría estará a cargo de la abogada Anahí Cordero.
Acorralado
Hace 10 días el fiscal Carlos Stornelli imputó a Milman por supuesta aceptación de dádivas y el Ministerio de Seguridad nacional lo denunció a él y a Bullrich por "contrataciones dudosas" durante sus años al frente del organismo, donde habrían contratado a 18 agentes de inteligencia que cobraron por un trabajo que nunca hicieron, y que además todos son vecinos bonaerenses que no tenían ningún tipo de pericia en el rubro.
Stornelli, por otro lado, lo investigó porque Milman tenía en su haber el carnet de un rodado que era propiedad de una empresa que proveía al estado.
"Constituirá objeto de investigación y conforme se denuncia la presunta admisión de una dádiva -sin prejuicio de toda otra figura que en definitiva resulte aplicable- por parte de Gerardo Fabián Milman. El mencionado Milman habría recibido un rodado marca Peugeot, modelo 2008 de parte de la empresa Metalúrgica Oliva Hermanos dedicada a brindar servicios de seguridad de caudales y proveedor de materiales de blindaje", reza la denuncia.
La firma ya había estado bajo el ojo de la Justicia cuando Milman le pagó, en ocho oportunidades distintas, el monto de 1.326.000 pesos por "asesoramientos en seguridad internacional", tal como indicó el periodista Mauro Federico en Argenzuela.
Y las facturas apócrifas parecen ser el Talón de Aquiles del diputado, ya que también se develó que también tiene un comprobante dudoso del Instituto de Estudios Estratégicos en Seguridad (IEES) que preside su jefa directa, y otra por 665.700 pesos a nombre de Olga María Guerra Carias, quien le habría hecho servicios por sonido y grabación, aunque la señora no estaría en situación de hacer tal trabajo.
Que tantos ojos se posen en Milman lograron lo que hasta hace unos meses parecía imposible, que su jefa lo corra de los dos lugares jerárquicos que ostentaba: la jefatura de la campaña electoral para depositarla en la Casa Rosada y la vicepresidencia del bloque de diputados del PRO.
Lógicamente, en el entorno de Bullrich negaron que las razones de correrlo sean válidas, algo que refrendó su reemplazante en la Cámara, Laura Rodríguez Machado, quien negó por completo las acusaciones y dijo que Milman era víctima de operaciones políticas.