15 Agosto de 2016 20:04
La agresión a Mauricio Macri durante su visita al barrio Belisario Roldán el viernes pasado no fue el único momento ingrato que experimentó el presidente desde que asumió el 10 de diciembre pasado.
MAR DEL PLATA
Aunque el gobierno nacional atribuye desde el primer momento las protestas y los "escraches" a grupos kirchneristas y sectores antidemocraticas, el ataque del viernes pasado al auto oficial del presidente en Mar del Plata marcó un quiebre, como anticipó Bigbang.
En sus ocho meses de gestión, el jefe de Estado pasó momentos de zozobra frente a las protestas de grupos de manifestantes más o menos pequeños.
CASTELAR
El 27 de julio pasado, el presidente visitó el complejo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) en Castelar junto al ministro de Agroindustria,Ricardo Buryaile y fue recibido por un grupo de científicos con carteles y banderas que decían "El INTA no se vende" y "No al ajuste":
ALEMANIA
En julio pasado, Macri fue abucheado en Alemania por un grupo de manifestantes que le reclamaron por la tenencia de empresas off shore en Panamá. "Panamá, Panamá, la guita donde está", le gritaba el pequeño grupo de manifestantes a Macri, luego de una visita a la fundación Konrad Adenauer.
ROSARIO
Durante el acto por el Día de la Bandera en Rosario, la custodia de Macri también pasó momentos de nerviosismo. Una protesta organizada por la Multisectorial contra el tarifazo terminó con un concejal del Movimiento Evita, Eduardo Toniolli, con una herida cortante en la cabeza.
Rosario, 20 de Junio, Día de la Bandera.
ATUCHA
El viernes 4 de marzo, el jefe de Estado visitó la planta de la automotriz Toyota en la localidad de Zárate, en medio de un clima de protesta e incertidumbre entre los obreros de la central nuclear de Atucha.
La protesta contra Macri durante su visita a una automotriz de Zárate.
Atucha, 4 de marzo.
QUILMES
El 14 de febrero pasado, el presidente vivió un momento incómodo desde arriba de una de las formaciones del ferrocarril General Roca. Fue unos minutos después de haber inaugurado las obras de electrificación del tramo Quilmes-Constitución junto a su ministro de Transporte, Guillermo Dietrich y a su antecesor en la cartera, Florencio Randazzo. Cuando vio los carteles de los manifestantes, Macri miró a sus colaboradores y dijo: "Cristina mandó a los suyos".
Los hechos que registra Bigbang son apenas algunos. Por un lado, demuestran el descontento de sectores del kirchnerismo pero también lo trasncienden. Por el otro, confirman la facilidad con la que cualquiera puede agredir al presidente. Eso fue lo que el gobierno decidió evitar a partir de las agresiones del viernes pasado en Mar del Plata.