La Cámara de Diputados le dio media sanción pasadas las 7 de la mañana al proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo enviado por el Poder Ejecutivo, que podría ser aprobado este mismo mes si el Senado lo convalida. Sucedió al cabo de una maratónica sesión que duró más de 20 horas, con una mayoría sesionando en forma presencial y una minoría en forma virtual, La votación terminó con 131 votos a favor, 117 votos en contra y 6 abstenciones.
En las inmediaciones del Congreso, la militancia mayoritariamente femenina festejó alborozada el logro. La sesión fue por demás tranquila, un poco porque esta vez no existió la incertidumbre por el resultado que sí había existido en 2018, cuando el gobierno de Mauricio Macri habilitó el tratamiento parlamentario, pero el propio presidente estaba en contra. A diferencia de lo ocurrido en 2018, esta vez los diputados partidarios del voto celeste no fueron siquiera al Salón de los Pasos Perdidos a hablar con los medios. Nada se salió del protocolo. Por la tarde, eso sí, varios altísimos funcionarios del Gobierno se hicieron presentes con la intención de "poner el cuerpo" y enfatizar que el proyecto de legalización del aborto es un proyecto oficial del gobierno que preside Alberto Fernández y se reunieron además con el Presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. En la reunión estuvieron presentes la ministra de Seguridad, Sabina Frederic; la ministra de la Mujer Elizabeth Gómez Alcorta; el ministro de Salud, Ginés González García; la presidenta de la Anses, Fernanda Raverta; la Secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; el diputado tucumano Pablo Yedlin (presidente de la Comisión de Salud de Diputados) y el ya mencionado Massa. El gesto ayudó a "cerrar filas" en el bloque del Frente de Todos, e incluso se especuló con una posible visita del propio presidente Alberto Fernández, que al final quedó sin efecto.
Como perlita del voto celeste, quedan la actitud del diputado del PRO Pablo Torello, quien expresó su rechazo al proyecto de Interrupción Voluntaria del Embarazo y anticipó su "compromiso" de "reclamar judicialmente por su inconstitucionalidad" si el Senado finalmente terminaba convirtiéndolo en ley.
"Tomo el compromiso de que si esto llega a ser ley me voy a encargar que sea declarada inconstitucional, voy a hacer lo que hay que hacer", dijo el diputado macrista de Juntos por el Cambio, quien expresó: "En el día de los derechos humanos me llama muchísimo la atención como algunos son soslayados, como los derechos del niño por nacer".
Una diputada santafesina de Juntos por el cambio (Lucila Lehmann, de la Coalición Cívica) intentó sin éxito aplazar el debate para enero, ante la convicción de que le parecía "un disparate" y "un atropello para el culto católico y cristiano en general" que se debatiera la legalización del aborto en vísperas de Navidad.
El presidente del bloque de diputados nacionales de la Coalición Cívica, Maximiliano Ferraro, sin embargo, destacó que el proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) "busca contar con una vergüenza menos y una libertad más". "Por mi orientación sexual me siento parte de un grupo de personas que durante mucho tiempo fuimos ciudadanos de segunda y parte de una sociedad que nos educó para la vergüenza"´, destacó el diputado. Y agregó: "No sólo no se reconocían nuestros derechos, sino que también fuimos criminalizados e invisibilizados y hasta tuvimos miedo por el solo hecho de ir a divertirnos a un lugar", agregó. "Mi argumentación y posición parte entonces de un interrogante: ¿Por qué negarles a las mujeres y personas gestantes un derecho?", sostuvo.
La vicejefa del bloque del Frente de Todos, Cecilia Moreau, defendió la legalización del aborto y señaló que el Estado estará presente para acompañar a la mujer que decide seguir adelante con un embarazo a través del programa de los Mil Días. Moreau dijo que el proyecto “profundiza una política de salud pública que tiene como eje el acompañamiento de las mujeres y de las personas gestantes, sea cual fuere su plan de vida. Se trata de poder garantizar un acceso y un disfrute pleno”.
Su compañera de bloque, la entrerriana Carolina Gaillard, aseguró que “nadie está a favor del aborto” porque “ninguna mujer se embaraza para abortar”, y que “lo único que vamos a hacer es que esa mujer esté acompañada por un Estado presente”.
José Luis Gioja, diputado por el Frente de Todos de la provincia de San Juan, actual presidente del Partido Justicialista y vicepresidente de la Cámara de Diputados, mantuvo su histórica oposición a la legalización del aborto. "La vida no nos pertenece, nos fue dada. El derecho a elegir no significa decidir sobre la vida de los demás. Por cristiano, por humanista y por peronista insisto en defender las dos vidas", señaló
.La diputada nacional Cristina Álvarez Rodríguez (Frente de Todos-Buenos Aires) afirmó:"El aborto es una realidad, una cuestión de salud pública, no se resuelve negándolo. La respuesta es construir un derecho general para que quienes elijan interrumpir un embarazo puedan hacerlo de manera segura. Siempre nos dicen que no es el momento, siempre encuentran una excusa cuando se trata de ampliar derechos. Hay madres que duelan a sus hijas por abortos clandestinos y necesitan una respuesta. Construyamos una sociedad con menos hipocresía. No somos un estado teocrático, somos una república democrática. Prohibir derechos no salva vidas, mata. Ampliemos derechos, que cada mujer ejercerá acorde a sus convicciones y a su proyecto de vida".
Hacia el cierre de la sesión, alrededor de las 6.30 AM de la madrugada la diputada Roxana Reyes (UCR, Santa Cruz), que no había estado presente en ningún momento de la sesión, pidió autorización para votar. El hijo de la diputada Reyes falleció hace cinco días. El presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, consultó a los diputados para concedérsela. El cuerpo votó afirmativamente. Antes de que hablaran las últimas tres diputadas (Silvana Ginocchio, por la minoría, Gabriela Estévez y Gabriela Cerruti por la mayoría), Massa pidió que se cerraran las cortinas y que ya nadie entrara ni saliera hasta que se hubiera votado.
Vestida de verde, Cerruti le dedicó la jornada al fallecido Pino Solanas, en medio de un cálido aplauso de la Cámara. "Hoy, esta noche, podemos decidir qué muesca en la pared queremos dejar". "Por las pioneras, por las ancestras, le pido señor presidente que pongamos en votación esta ley, y que sea ley", cerró.
Luego, Massa dio lugar a cuatro pedidos de observación, de los diputados Fernando Iglesias, Luis Di Giacomo, Nicolás del Caño y Eduardo Valdés, la diputada Mónica Frade y el diputado Aldo Leiva. La diputada Cecilia Moreau, como miembro informante, pidió que las observaciones se anoten en la versión taquigráfica, mientras le pedía silencio al diputado Cristian Ritondo, que hablaba por su celular. Finalmente se supo el motivo de la queja de Ritondo, quien lamentó la presencia de barras en el recinto y observó que se había roto la burbuja. El diputado le dijo a Massa que falló a su palabra, Massa le dijo que todos los presentes tenían el PCR hecho. Fue una discusión irrelevante que no coincidía con el carácter histórico de la sesión. Luego se votó.