El presidente Mauricio Macri finalmente aceptó la renuncia del juez federal Norberto Oyarbide, que una semana atrás había anunciado su salida del Poder Judicial, luego de 21 años como magistrado. Se trata de uno de los magistrados más cuestionados por su cercanía al kirchnerismo. “Saber que este señor no va a fallar más nos debe dar una gran tranquilidad a todos”, disparó el mandatario desde sus redes sociales.
Por Facebook, una semana después de que se conociera que Oyarbide renunciaría, y siguiendo el consejo del ministro de Justicia, Germán Garavano, Macri señaló que le aceptó la renuncia a Oyarbide como juez federal. “Tengo alivio porque damos un paso para mejorar la justicia de nuestro país”, aseguró.
De todos modos, Macri apuntó que compartía la sensación de “las ganas de que pase por el proceso de juicio político que venimos reclamando hace tiempo”. “El problema es que sabemos que ese es un proceso largo y de resultado incierto, mientras conserva sus fueros, impidiendo que lo investiguen judicialmente, y además sigue siendo juez”, analizó.
Se trata de uno de los jueces más polémicos de los últimos años. De hecho, había sido acusado por tener fluidos nexos con el poder político en épocas del kirchenrismo en la Casa Rosada: fue muy cuestionado por suspender en 2013 un allanamiento a una financiera luego de recibir un llamado de Carlos Liuzzi, por entonces el segundo de Carlos Zannini en la Secretaría de Legal y Técnica.
Mauricio Macri aseguró que debe dar tranquilidad que Oyarbide ya no sea más magistrado.
A mediados de diciembre pasado, el magistrado le anunció a sus colaboradores del juzgado federal N° 5 que había presentado los trámites para iniciar la jubilación, luego de 21 años como magistrado y más de 40 como abogado. Y siete días atrás, cuando se especulaba con que avanzara el juicio político en su contra desde el Consejo de la Magistratura, anunció su renuncia.
Norberto Oyarbide fue muy cuestionado por sus vínculos con la Casa Rosada.
“Para mí es especialmente difícil porque sufrí en carne propia su discrecionalidad y arbitrariedad”, agregó Macri. El presidente se refería a la investigación por las supuestas escuchas ilegales. En 2012, Oyarbide había sido el magistrado que elevó la causa a juicio oral. “Lo hago con la tranquilidad de saber que estamos dando un paso en la dirección correcta. Un paso más hacia un país con una justicia verdaderamente independiente”, remató el mandatario.