08 Abril de 2025 07:39

Mauricio Macri volvió a escena y, fiel a su estilo, lo hizo con munición calibrada. Esta vez, el blanco no fue el kirchnerismo ni sus eternos adversarios en el Congreso, sino alguien con quien comparte buena parte del libreto económico: el presidente Javier Milei . En una entrevista con A24, el ex mandatario puso en duda la eficacia y la confiabilidad del famoso "triángulo de hierro" (Javier Milei, su hermana Karina y el asesor Santiago Caputo) que rodea al libertario en la toma de decisiones, mientras dejaba claro que el afecto personal con Milei "sigue intacto", pero que no se ven desde agosto . Amor, sí; comunicación, no tanto. "¿Lo cuidan al Presidente? El triángulo de hierro y los demás... me cuesta ver que lo cuiden ", lanzó el ex presidente con media sonrisa y cara de "yo ya estuve ahí".
Pero los cuestionamientos no terminaron ahí. Macri apuntó también contra lo que considera errores de gestión institucional del Gobierno libertario, en especial, el escándalo con los representantes de la criptoestafa $LIBRA y el fallido intento de Milei de sumar a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla a la Corte Suprema. "Mi primera preocupación cuando veo el viaje, el desgaste de todo este tema con la Justicia, el desgaste recibiendo gente que googleándola no la podés recibir", dijo.
Con tono casi pedagógico, recordó cómo se manejaban estas cosas en su gobierno: "Darío Nieto controlaba mi agenda, chequeaba, googleaba, consultaba a Cancillería si era del exterior. No podés recibir a tipos que con solo googlearlos te das cuenta... ". Tampoco le pasó inadvertido el fallido anuncio de Milei sobre una foto con Donald Trump durante su viaje a EE.UU.: " El presidente es el valor más importante a cuidar ", dijo, subrayando que el show sin resultado puede terminar saliendo caro.
A pesar de sus críticas, Macri fue claro: no se considera opositor a Milei. De hecho, insistió en que las ideas económicas del Gobierno actual reflejan muchas de las que defendió durante su presidencia. Pero dejó en claro que hay un déficit en lo institucional, una frase que en el mundo PRO suena casi como un grito de guerra. "Me cuesta considerarme opositor a este Gobierno. Mis ideas económicas están reflejadas en este Gobierno", explicó Macri en la señal del Grupo América.
Y agregó: "Lo que pasa es que hay oportunidades de mejora enormes en el método y en el fortalecimiento institucional". En ese contexto, lanzó una bomba política que puede redefinir el mapa electoral: propuso una alianza con La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires. de cara a las elecciones del 7 de septiembre, recientemente desdobladas por Axel Kicillof. "Estamos dispuestos a una alianza en la provincia de Buenos Aires ", lanzó.
Mientras tanto, las tensiones internas dentro del PRO y los tironeos con los libertarios en CABA siguen al rojo vivo. La novela también tiene su capítulo personal: Macri contó que quiso conocer a Karina Milei , la influyente hermana del Presidente y actual secretaria General de la Presidencia, pero que ella " se niega ". Sin rencores, pero con cierto déjo de desconcierto, dejó flotando la idea de que la relación fluida con el círculo íntimo de Milei está lejos de ser una realidad. También intentó correrse del estereotipo del especulador político. " Lo que queremos es que las personas que han trabajado por la provincia se sigan sumando. No se trata de un acuerdo por cargos, sino por ideales y por un proyecto común ", sentenció, en un claro mensaje tanto hacia adentro como hacia afuera de Juntos por el Cambio.
Elogió a figuras como Silvia Lospennato y Martín Yeza, a quienes ve como ejemplos del profesionalismo y la renovación que necesita la oposición. "La clave está en trabajar en equipo y tener personas capacitadas ", dijo, insistiendo en que la política no puede seguir improvisando. Finalmente, cerró con un diagnóstico preocupante pero optimista. Dijo que sin instituciones sólidas y sin un presidente que genere credibilidad, no hay inversión ni empleo posible. "La nueva normalidad debe ser un equilibrio entre cambio y estabilidad ", reflexionó, dejando claro que el país necesita reformas profundas, sí, pero también sensatez, diálogo y previsibilidad.