En diciembre de 2015, el cura platense Carlos Mancuso reveló que recibió un llamado a su domicilio de una mujer que se presentó como representante del presidente Mauricio Macri para solicitarle una “limpieza espiritual” de la residencia de Olivos, en cuyas paredes se dirime, en buena parte, el destino del país.
Enfrentados. Estilos y decoración diferente. Los despachos presidenciales.
Finalmente, el pedido nunca prosperó, pero habla de la desconfianza de parte del Presidente para con el despacho presidencial que ocupó Néstor y Cristina Kirchner por años. Esas paredes del poder encuentran ahora coincidencias y diferencias marcadas, que hablan de la visión política de ambos líderes.
Fotos de Néstor, Hebe, Perón y regalos presidenciales, en el despacho K.
En rigor, tras su llegada al poder, el despacho presidencial de Olivos incorporó a su ambiente el factor fútbol: detrás del presidente se puede ver una Copa Libertadores, la cual ganó en cuatro oportunidades mientras presidía a Boca Juniors (2000, 2001, 2003 y 2007).
La réplica de la Copa Libertadores que Macri tiene en su despacho.
Los papeles y documentos que a diario firma Macri y que Cristina hacía durante su gestión se apoyan sobre una elegante mesa negra que el mandatario mantuvo. Detrás de la figura del presidente, se erige un cuadro de San Martín.
Los cuadros del casamiento de Macri y su familia.
En la repisa que se observa a un costado del cuadro, Macri colocó una gran cantidad de libros, mientras Cristina sólo la ocupaba con pequeños objetos representativos de otros países. Mientras uno eligió colmar la repisa, otro, optó por el orden.
Y, aunque el presidente optó por mantener tanto la silla como el escritorio utilizado por la ex presidenta, hubo algo que eliminó, o al menos lo ubicó en un lugar menos protagónico: la bandera argentina.
Abajo a la derecha, el vagón de subte de la Ciudad.
Sin embargo existen coincidencias. Ambos tienen fotos con sus familiares en el escritorio principal, aunque Cristina colmó la habitación de imágenes del ex presidente Néstor Kirchner. El jefe de Estado colocó una foto de su casamiento con Juliana Awada, otra imagen con sus hijos y un muñeco de sí mismo con la banda presidencial. Éste último es un detalle distintivo del escritorio que actualmente ocupa el macrismo.
El despacho K, algo más simple que el actual.
Además el actual mandatario colocó en su decoración un vagón del subte de la ciudad de Buenos Aires, un alce y un avión F16 de guerra en el mueble presidencial. Este último es algo extraño, si se tiene en cuenta que esta clase de aeronave de guerra no es utilizada por la Fuerza Aérea Argentina. Entre otras cuestiones se hallan, a su vez, un mapamundi y una imagen de la Virgen María.