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Macri y los cuatro años de desfinanciamiento a la educación: "¿Con qué autoridad moral habla de la vuelta a clases?"

Los números del presupuesto de la gestión anterior, los planes que se desfinanciaron y la falta de más de 20 mil vacantes que todavía la Ciudad no resuelve.

por Manuela Fernandez Mendy

15 Enero de 2021 12:18
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"Abran las escuelas", es el título de la columna política que lleva la firma de Mauricio Macri, con la que el ex presidente volvió a interpelar al Gobierno nacional por la presencialidad de los chicos en las escuelas durante la pandemia de Covid-19. Aunque no hizo alusión a la emergencia sanitaria que se siente en cada rincón del planeta, el ex mandatario apuntó contra los gremios docentes e insistió con lo que él considera un "avance sobre los derechos individuales" por parte del Estado.

Por fuera del debate en torno al ciclo lectivo del 2021, todavía incierto por la velocidad con la que circula y muta el virus en el país y en el mundo, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, cruzó a Macri por el impacto de los cuatro años de su gestión en el sistema educativo. "Le preguntaría al ex presidente que parece que ahora se acuerda de la importancia de la educación, ¿por qué incumplió la Ley de Financiamiento educativo? ¿Por qué permitió la caída del 1.3 por ciento de la inversión de la riqueza de los argentinos en las escuelas? ¿Por qué permitió desfinanciar la escuela en un momento en el que además la Argentina se derrumbaba?".

El ida y vuelta es político, nadie lo discute. Desde el inicio de la pandemia, una de las banderas más fuertes de la oposición concentrada en Juntos por el Cambio apuntó a la presencialidad de las clases durante la crisis sanitaria. Pero, ¿qué balance hacen los educadores de los cuatro años en los que Macri sí tuvo la potestad de tomar decisiones no sólo en torno al presupuesto, sino también a la política educativa que llevó adelante durante su gestión?

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Carolina Brandariz es docente, socióloga y Directora de Cuidados Integrales del Ministerio de Desarrollo Social. Fue una de las funcionarias que "estuvo en territorio" durante toda la pandemia y siguió con especial atención el esfuerzo que se llevó adelante para acompañar a los chicos de los barrios más vulnerables durante la crisis sanitaria. "Somos muchos los que deseamos y ansiamos un escenario en el cual las condiciones epidemiológicas posibiliten una vuelta a la escuela en modalidad presencial, con el cuidado y los protocolos necesarios. Entendemos que en la escuela se construye un vínculo entre las familias, entre los estudiantes y los docentes que es irremplazable y difícil de reconstruir en una modalidad remota. Ese vínculo pedagógico es en definitiva el canal en el cual se construye el aprendizaje", analiza en diálogo con BigBang.

"Sería muy irresponsable y demagógico utilizar la vuelta a las escuelas con tan poca seriedad en el planteo y argumentos poco solventes, como lo está haciendo Mauricio Macri. Sin mediar además el escenario sobre el cual estamos hablando, porque en el contexto de la pandemia no hay país en el mundo que haya demostrado que se puede pensar en una vuelta a la escuela. Todos aquellos países que han hecho un intento tuvieron que volver atrás, producto de la condición epidemiológica", sumó.

-¿Cómo caen en la comunidad educativa los planteos de la oposición en torno a la educación?

-Hay cierta hipocresía en el planteo del frente Cambiemos y cierta caradurez cuando la línea de coherencia que han mantenido a lo largo de su gobierno; tanto a nivel nacional con Esteban Bullrich, como en la Ciudad de Buenos Aires, es la tendencia al desfinanciamiento de la educación pública. En lugar de poder pensar que la educación es el derecho de todos y de todas, lo que plantean en términos de política pública es pensar la educación como el privilegio de unos pocos. Esto lo hemos visto no sólo en el desfinanciamiento, sino también en el desmantelamiento de programas a nivel nacional durante la presidencia de Mauricio Macri, como también durante los años de gobierno del PRO y de Cambiemos en la Ciudad. Este año se confirma con el presupuesto educativo más bajo de la década en la Ciudad.

-¿Cuál es la posición de la comunidad educativa, en especial en la Ciudad de Buenos Aires?

-Si bien muchos de nosotros tenemos muchas expectativas puestas en la campaña de vacunación, que comenzó con el personal sanitario pero avanzará con los docentes con prioridad para el mes de febrero, lo cierto es que no se puede poner como exigencia una vuelta a la escuela. Es una exigencia demagógica hacia la comunidad educativa, que incluso responde con mucho cuidado. Lo que pudimos ver en los últimos meses es que la comunidad educativa no respondió a la burbuja que ha planteado Soledad Acuña en la Ciudad de Buenos Aires, porque también temen que sus hijos y sus hijas se puedan contagiar y llevar el virus a sus casas. Con lo cual, hemos visto muchísima responsabilidad por parte de las familias de la comunidad educativa de la Ciudad y creemos que esta exigencia de vuelta a la escuela que anuncia demagógicamente y partidariamente Mauricio Macri es absolutamente responsable.

-¿Cuáles fueron los programas que se desfinanciaron durante la gestión anterior?

-Muchos. Se han desfinanciado programas como el de educación sexual integral a nivel nacional, lo han dejado a la suerte de los presupuestos provinciales. No han marcado una línea pedagógica y educativa nacional. Han desmantelado programas socioeducativos como el de orquestas escolares, que implicaba un acceso a un instrumento musical a niños y niñas de las barriadas populares, de modo tal que pudieran acceder a un instrumento y con él vincularse con la escuela a través del arte, la música y el deseo. Lo desfinanció, como lo hizo con la formación docente, que también forma parte de la Ley de Financiamiento educativo. El INFOD (Instituto Nacional de Formación Docente) fue absolutamente desfinanciado por Cambiemos en su gestión nacional. Las escuelas técnicas también sufrieron un fuerte desfinanciamiento, con el rol fundamental que tienen en lo que hace a la articulación entre la educación y el trabajo; y lo fundamental que es para aquellos sectores que siguen soñando y necesitando a la escuela como herramienta de ascenso social.

-Una de las principales propuestas de la campaña del 2015 fue la construcción de jardines infantiles. ¿Se concretó?

-Otra de las promesas de Cambiemos fue la construcción de tres mil jardines nuevos para cubrir la vacancia en matrícula de la primera infancia -cero a tres años-, que es la deuda social que tiene el Estado nacional y que como una mentira más de las propias de esta fábrica de humo que a veces es Cambiemos no se llegaron a inaugurar ni la mitad de esos establecimientos a nivel nacional. En el 2019, el 58 por ciento del presupuesto destinado a la construcción de jardines se eliminó; con lo cual es otro planteo que queda en los slogans de campaña y las propuestas que difunden en las redes, pero que no se observan luego en los hechos de la transformación de la realidad de la gente.

-¿Qué impacto tuvo la eliminación de la paritaria nacional docente?

-Junto con el incumplimiento a la Ley de Financiamiento Educativo, también se incumplió la convocatoria a la paritaria nacional docente. Se eliminó, no solamente como el ámbito para discutir salarios, sino también para discutir las condiciones de enseñar y aprender con las propuestas y los planteos que pueden hacer las trabajadoras y los trabajadores de la educación, con la recorrida y la trayectoria que tienen. Esto implicó ineludiblemente la ampliación de la brecha entre las provincias más pobres y las que tienen más recursos. Generó, además, que los educadores tuvieran salarios que quedaron por debajo de la línea de pobreza.

En los cuatro años de la administración anterior, el presupuesto en educación se redujo en un 35 por ciento, de acuerdo a un informe elaborado por los equipos de investigación de las universidades UNIPE, la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, el Centro Cultural de Cooperación Floreal Gorini y las universidades de Avellaneda, Tres de Febrero, General Sarmiento y San Martín. Del reporte se desprende que los ajustes se centraron fundamentalmente en los niveles no universitarios y en los programas y políticas socioeducativas destinadas a enfrentar la desigualdad. En concreto, el presupuesto de la partida destinada a políticas socioeducativas, si se toma como año base el 2016, el presupuesto real terminó representando sólo el seis por ciento del existente al inicio del mandato de Macri.

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"Redujeron las becas del Plan Progresar, que para muchos estudiantes significaba el único recurso y la única herramienta que tenían para poder continuar con sus estudios en las universidades del conurbano. En el 2016 habían 996 mil becas que se redujeron a 500 mil, casi la mitad, en el 2019. A su vez, se congelaron los montos de esas becas, un dato no menor si se tiene en cuenta la inflación que tuvimos durante esos años. Con lo cual, aquella frase que expresó María Eugenia Vidal diciendo que nadie que nace en la pobreza en la Argentina llega a la universidad, ellos lo convirtieron en una política pública. De algún modo, direccionaron la falta de oportunidades como expresión del frente político Cambiemos en el gobierno", advierte Brandariz.

-La pandemia instaló la modalidad remota y una de las fuertes críticas hacia la gestión de Mauricio Macri fue la reducción de la entrega de computadoras que complicó la continuidad escolar de muchos chicos a nivel nacional. ¿Qué números manejan?

-Se fue desmantelando el programa Conectar Igualdad, que en el 2015 implicó la entrega de 612 mil computadoras y en 2016 pasaron a ser 313 mil, prácticamente la mitad. Para el 2018 la cifra ya era 50 mil computadoras. Esto implicó una reducción de 5.900 millones de pesos al programa.

-¿Cuál es la situación actual de las vacantes en la Ciudad?

-Es un conflicto histórico. La jurisdicción más rica del país no puede garantizar la educación temprana de cero a tres años. Eso desenmascara el planteo demagógico de la vuelta a la escuela tanto de Mauricio Macri, como de Horacio Rodríguez Larreta; dado que no han resuelto el acceso al derecho a la educación temprana. El conflicto fue en aumento y tiene un impacto tanto en las familias de los sectores populares, como en las de los medios; que tienen la férrea voluntad de elegir a la escuela pública como el ámbito para que se formen sus hijos. En el 2015, se registró una falta de vacantes para cinco mil niños. Un año después, ascendió a once mil. Ya en 2019 hubo 20 mil niños y niñas sin vacantes.

-¿Cuál es la respuesta del Gobierno porteño ante la incapacidad de poder garantizar el acceso a la educación a tantos chicos?

-La respuesta del PRO en la Ciudad ha sido una política absolutamente focalizada con los centros de primera infancia, que distan mucho del plan nacional porque las familias tienen que presentar un certificado prácticamente de extrema pobreza para poder mantenerse en esos espacios. En muchos casos, el acceso a un empleo o a algún bien material implica la discontinuidad de ese niño o niña en esos espacios. Es una política fuertemente criticada por aquellos organismos que se nuclean para defender los derechos de las primeras infancias. En aquel distrito en el que gobiernan, no han resuelto la vuelta a la escuela de muchísimos chicos. Esto no sólo tiene un impacto en los chicos, sino que también influye en la realidad de aquellas familias que tienen que resolver ese tiempo de cuidado con contrataciones de servicios privados o interrumpiendo las trayectorias laborales de las mujeres, que se ven obligadas a prescindir de sus trabajos para poder cuidarlos.

En las últimas horas, se reveló que el Gobierno porteño redujo los recursos del Plan Sarmiento -que provee dispositivos tecnológicos a los estudiantes de escuelas públicas- y transfirió esa partida a la Dirección de Educación de la Gestión Privada. En total, son $370 millones que se suman al recorte del 70 por ciento al área de infraestructura escolar. "Es hipócrita que planteen una vuelta presencial a la escuela, mientras desmantelan un plan, al que además ya le faltaban muchas herramientas, destinado a las familias de las barriadas populares de la Ciudad".

"Cuando uno mira el presupuesto educativo en la Ciudad se da cuenta de que fue decreciendo a lo largo de los años de su gestión. En el 2006 representaba un 29% dle presupuesto y en el 2015 ya lo habían bajado al 22%. En el 2019 pasó a ser el 17% y en la actualidad cerraron el presupuesto más bajo de la década en la jurisdicción más rica del país. Los números evidencian que el PRO en la ciudad  ha planteado que la educación sea un privilegio para pocos, a contramano de lo que pensamos muchos de los que sostenemos que la escuela tiene que ser el lugar de las oportunidades, fundamentalmente para quienes menos tienen. Es el lugar al que muchos todavía ven como la herramienta para el ascenso social. Por eso resulta hipócrita sostener el planteo demagógico del regreso presencial, que además es irresponsable. Por suerte, las familias tienen consciencia de lo que está sucediendo".

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