El presidente Mauricio Macri participó hoy de la firma oficial del Acuerdo de Paz alcanzado por el gobierno de Colombia con la guerrilla de las FARC para poner fin a un conflicto armado de más de 50 años.
El presidente y su mujer, Juliana Awada, junto a Santos y su esposa.
El jefe de Estado se manifestó “esperanzado” en que este proceso de paz “termine siendo un gran éxito”, y destacó a través de su cuenta de Twitter que dicha acta supone “una gran tranquilidad para los colombianos y para toda la región”.
“Nosotros hemos apostado como país al diálogo interno y con el mundo; Dios quiera que todo sea para bien”, manifestó el jefe de Estado, quien regresará a la Argentina a las 5.
El presidente se mostró esperanzado en que el proceso de paz termine siendo "un gran éxito".
Tras el entendimiento alcanzado en agosto por el presidente colombiano Juan Manuel Santos y el jefe de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Rodrigo Londoño, la ceremonia se realizó desde las 19 (hora local) en el centro de convenciones de Cartagena de Indias, con cerca de 2.500 invitados.
Vestido de blanco como el resto de los invitados, y acompañado por su mujer, Juliana Awada, Macri fue testigo del histórico acuerdo histórico firmado en Cartagena, al que también asistieron los presidentes Nicolás Maduro (Venezuela), Raúl Castro (Cuba), Rafael Correa (Ecuador), Michelle Bachelet (Chile), y el ex mandatario de Uruguay José Mujica, entre otros.
Durante su exposición, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-Moon, afirmó que “el mundo estudia la paz en Colombia para ponerla en práctica a futuro en otros países”.
El secretario general de Naciones, Ban Ki Moon, afirmó que el mundo "estudia la paz en Colombia"
Además, afirmó “alentar” a las partes a que permanezcan “fuertemente comprometidas para poder alcanzar el acuerdo”. “Continuaremos ofreciendo nuestro apoyo para continuar resolviendo los problemas de derechos humanos que aún existen”, agregó.
En tanto, el referente de las FARC, Timoleon Jiménez, destacó que “la siembra de paz apenas empieza”, y consideró que “renacemos para crear la nueva era de paz”.
El referente de las FARC, Timoleon Jiménez, afirmó que "la siembra de paz apenas comienza"
El dato curioso de la tarde fue el uso del “balígrafo” para sellar el acuerdo final de paz, un bolígrafo fabricado con balas de fusil.
Para participar del evento, Macri partió a las 10 en el avión oficial Tango 10, desde el sector militar del Aeroparque metropolitano, con la compañía de la canciller Susana Malcorra y del secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo.
La canciller Susana Malcorra acompañó al presidente en Colombia.
Antes de partir, el presidente se reunió en Aeroparque con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Jack Lew, con quien analizó “mecanismos de cooperación financiera” entre ambos países para “prevenir” maniobras relacionadas con terrorismo y el narcotráfico.
En la estación aérea, el Jefe de Estado también se reunió con Ren Jianxin, titular de ChemChina, la compañía química más importante del gigante asiático, junto al ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, y el asesor en Inversiones Extranjeras, Horacio Reyser.
Macri y el ministro Buryaile se reunieron con el titular de la compañía química ChemChina.
Macri formó parte del encuentro junto al rey emérito de España, Juan Carlos de Borbón; el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon; los presidentes del Banco Mundial y del FMI; Jim Yong Kim y Christine Lagarde; el secretario de Estado estadounidense, John Kerry; el cardenal Pietro Parolin -en representación del Papa Francisco-, y el presidente cubano Raúl Castro, entre otros 15 mandatarios de la región.
El acuerdo busca poner fin a los conflictos que sacudieron a Colombia durante casi 50 años, prevé la entrega de armas por parte de las FARC a la ONU para la construcción de tres monumentos y la realización de juicios ante un tribunal especial de paz para conocer la verdad sobre el destino de cientos de víctimas de sus ataques.
El histórico acuerdo puso fin a 50 años de conflictos armados.
Asimismo, los ex combatientes se comprometerán a ayudar a la búsqueda de desaparecidos y tendrán la posibilidad de participar en políticas cuando no hayan sido condenados a prisión, a la vez que recibirán asistencia y contención del Estado.
Los campesinos que hayan sido afectados por las acciones de la guerrilla, en tanto, serán beneficiarios de un plan de tierras que busca sustituir las plantaciones de coca por proyectos agrícolas que les permitan la subsistencia.