Mauricio Macri inauguró hoy un puente vial en la provincia de Entre Ríos que conecta las ciudades de Urdinarrain y Mansilla. Acompañado por el gobernador anfitrión, Gustavo Bordet, el presidente destacó que durante su primer año de gobierno consiguió que "la rueda gire en el camino correcto". Y, a su término, encabezó desde allí el noveno y último timbreo del año. Para eso, se acercó a conversar con vecinos de la localidad de Larroque.
Esta mañana en Larroque, Entre Ríos pic.twitter.com/M5E2TUbNEM
- Mauricio Macri (@mauriciomacri)
Por su parte, la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Carolina Stanley, secundada por el secretario general de la Gobernación bonaerense, Fabián Perechodnik, visitaron el "Merendero Rincón de Amor", ubicado en el barrio Presidente Perón, de la localidad de San Fernando, donde Carmen atiende todos los días a 80 chicos.
Stanley, Perechodnik y Campbell, en San Fernando.
En tanto, el ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich, acompañado por el subsecretario de Gestión Municipal, Lucas Delfino, y el subsecretario de Asuntos Municipales bonaerense, Alex Campbell, recorrieron las calles del partido de Hurlingham, donde prometieron que en cuatro años llegarán las obras de cloacas y agua potable.
Así, el oficialismo movió nuevamente su estructura partidaria a lo largo y ancho del país para escuchar de boca de los propios vecinos los problemas que sufren día a día. De todas maneras, según quisieron demostrar en sus redes sociales, los funcionarios se llevaron palabras de aliento. "Vamos luchando, pero vamos a salir adelante", se esperanzó una vecina al verlo al presidente.
El jefe de Gabinete, Marcos Peña, y el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, estuvieron en Presidente Derqui; el ministro de Hacienda, Alfonso Prat-Gay, en Tigre; el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, en La Tablada; el ministro de Producción, Francisco Cabrera, en Ezeiza; el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, en Misión Laishí; y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, en Vicente López. La semana que viene, lejos de las sonrisas del timbreo, el Gobierno deberá definir qué hará con Ganancias.