Se toca la nariz, la boca y el mentón. ¿Qué le pasa a Mauricio Macri? ¿Se está por descompensar, como ayer en Ecuador? ¿Tiene un tic? ¿Tiene un TOC? No. No es eso. Digamos que, aparentemente, el Presidente no conoce del todo bien el macanismo de la señal de la cruz.
Al menos eso es lo que parece desprenderse de algunas imágenes del Tedeum de la Catedral metropolitana de esta mañana.
Gesto vacilante, señal de la cruz fallida, cámaras que todo lo detectan.
La señal de la cruz, o el acto de santiguarse, consiste en el trazado de una cruz vertical sobre el cuerpo con la mano derecha, que suele ser acompañada por un recitado oral (como "en el nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo"). Se usa para invocar a Dios, para iniciar y cerrar oraciones, para saludar ciertos lugares considerados "santos", e incluso para expulsar demonios y -en el caso de algunos futbolistas cristianos- celebrar goles.
La señal fallida de Macri
Desde luego, lo que deja al descubierto el hecho es lo que todos sospechábamos: que a Macri le importaba bien poco la ceremonia religiosa, que hubiera preferido quedarse durmiendo en su casa.
Curso para santiguarse
No es grave: algún fundamentalista católico puede llegar a ofenderse, algún tuitero puede utilizar el hecho para hacerse el gracioso, algún periodista puede usarlo para escribir unas líneas en un portal de noticias.