"Quiero una Argentina coherente y previsible", dijo el presidente Mauricio Macri durante un breve discurso antes del almuerzo que mantuvo en La Haya con los reyes de Holanda, Máxima y Guillermo, y el primer ministro de ese país, Mark Rutte, quien -según consigna Télam- aseguró que las reformas del mandatario argentino "están comenzando a dar fruto".
Macri, Juliana, Triaca, los reyes Máxima y Guillermo, junto al primer ministro holandés Mark Rutte.
"La Argentina perdió muchos años en confrontar con su historia", dijo Macri, que realiza una visita de Estado a los Países Bajos. Además dijo que el país comenzó un proceso distinto: "En el que dijimos 'no perdamos más tiempo en discutir por qué nos pasó los que nos pasó'. Por eso debemos trabajar juntos en construir la historia de grandeza que nos merecemos como país".
Macri visitó hoy la Corte Penal Internacional de La Haya, antes de reunirse con el primer ministro holandés, Mark Rutte
"En esta etapa nos necesitamos unos a otros. Y aquí me encuentro con un país que, desde el afecto y el conocimiento, tenemos todo para convertir en algo real una sociedad estratégica del siglo XXI, tan lleno de desafíos y oportunidades", dijo el Presidente.
Macri con el primer ministro holandés, Mark Rutte.
En la misma sintonía, el primer ministro holandés, el liberal Mark Rutte, elogió la política económica del gobierno de Macri y su apuesta por el diálogo, al afirmar que el jefe del Estado argentino puso "en marcha un impresionante programa de reformas" que "están comenzando a dar fruto".
Macri, en su segundo día en Holanda.
Elogios a Macri
"Presidente Macri: sus reformas están comenzando a dar fruto. La economía argentina comenzó a crecer desde finales de 2016 y el FMI prevé un crecimiento del 2,7% para 2017. Usted trabaja por conseguir una economía abierta y por fomentar el comercio internacional. Son señales positivas en tiempos en los que muchos tienden a retirarse detrás de sus fronteras", lo elogió Rutte.
Macri y una foto que simboliza su satisfacción por el balance de la gira.
El premier holandés ejemplificó en su discurso la necesidad de recurrir al diálogo como motor de las "reformas para impulsar la recuperación económica" y para "mantener el empleo" al recordar el "acuerdo social" alcanzado en los Países Bajos en 2013 a partir de un mecanismo análogo al que el gobierno argentino impulsó en el sector petrolero y automotriz.