por Natalia Torres
30 Diciembre de 2015 16:30Mauricio Macri volverá de sus vacaciones en La Angostura el próximo fin de semana y comenzará los primeros días de su gestión 2016 el próximo lunes. Sin dudas, el anuncio más importante será un reclamo histórico que mantiene desde que Jefe de Gobierno: el traspaso de unos 20 mil efectivos de la policía federal -la fuerza depende del Gobierno nacional- a la esfera de la Ciudad. Puede haber ciertos retoques en la agenda, pero la idea que maneja la cúpula de comunicación del macrismo es hacer un evento el martes 5 de enero.
De hecho el flamante ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, trabaja a contrarreloj -incluso desde antes de asumir- para que esté todo listo para los primeros días de enero. Es el arquitecto legal de la interminable documentación que requirió el trámite de traspaso, que incluye nuevas competencias en delitos que empezarán a depender de la Justicia porteña.
El ministro Martín Ocampo quiere que el traspaso se realice la semana próxima.
El pase de jurisdicción incluirá a los efectivos que prestan servicio en la Superintendencia de Seguridad Metropolitana (la cual consta de las 54 comisarías porteñas, Infantería y policía Montada), a la Superintendencia de Bomberos (que se traspasaría más avanzado el 2016) y a algunas secciones de Policía Científica y de Investigaciones. En total, serían alrededor de 21 mil trabajadores.
Dentro del traspaso, además, se incluye una profunda reasignación de efectivos, porque la idea es que haya agentes de la Policía Federal que operen en todo el país de manera similar al FBI norteamericano, investigando delitos como el narcotráfico, el terrorismo y la trata de personas. Este es uno de los puntos que más debate generó en los últimos días.
Limando asperezas
En relación al funcionamiento interno, ambas fuerzas tendrán jefes independientes entre sí, y el ministro de Justicia y Seguridad funcionará como puente de contacto entre las dirigencias. Además, se espera que la cúpula de la Federal continuaría sin cambios durante los primeros meses luego del traspaso.
La diferencia de horarios y de sueldo entre ambas fuerzas podría ser conflictiva.
Pero, más allá de la independencia de manejo, aparece un foco de conflicto a pulir: la diferencia horaria y de sueldo entre los policías de la Federal y la Metropolitana. Los efectivos de la primera tiene una jornada base de seis horas, pero también libertad para agregar horas extras prestando servicios adicionales y redondear así un mejor sueldo. Los de la segunda, por su parte, trabajan ocho horas diarias y están impedidos por ley de prestar horas extras.
Es así que, según fuentes del gobierno de la Ciudad, surge como principal desafío del traspaso la necesidad de convencer a los efectivos de Policía Federal de que no resignarán beneficios. Por este punto pasa la mayoría de las discusiones entre ambas cúpulas políticas hoy. Es una grita que, obligados, deberán saldar en las próximas horas.