El expresidente Mauricio Macri se apresta a desembarcar en los primeros ruedos de la campaña electoral, sobre todo en la provincia de Buenos Aires en donde ya se diseñan estrategias para la candidatura del exvicejefe de Gobierno, Diego Santilli. Por ahora, según pudo saber este medio, las recorridas y parte de la campaña segmentada será solamente para el interior de la provincia y no para el Conurbano. Es que tal y como le sucede también al presidente Alberto Fernández, la imagen de Macri en el conurbano bonaerense dista de ser la mejor. Por eso procurará guardarse.
Es que allí el expresidente tiene una de las peores imágenes, pero no se descarta que termine bajando ahí también. ¿El motivo? En las PASO, la estrategia de Santilli es apuntar al voto duro y blando de Juntos, lejos de otros actores electorales como es el caso del peronismo disidente o el vecinalismo.
Macri volvió al país: cómo será su agenda política de cara a la campaña
En ese sentido, la figura de Macri y la de la presidenta del PRO, la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich, se tornan centrales debido a que tiene la posibilidad de traccionar ese voto: el del votante "duro" del PRO. La idea central es que esas figuras logren acercan a los votantes más fieles de Juntos por el Cambio. Lo mismo sucede, en esta instancia, con el excandidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto.
Los lugares y las formas todavía restan definirse. Macri, por su parte, buscará, tal y como contó BigBang, impulsar su nueva figura como exmandatario/consultor dejando detrás cualquier tipo de candidatura. Un rol similar, sostienen, podría llegar a tomar en Mendoza y Salta en donde jugó directamente en el cierre de listas.
Otro de los “empujes” que se esperan es a los dos candidatos que él pidió personalmente. Su secretario privado y candidato a legislador porteño, Darío Nieto, y el ex titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, que compite por una banca a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires.
Cabe recordar que Macri llegó ayer vía Madrid de Suiza en donde estuvo más de 40 días luego de quedar varado. Antes del cierre de pistas el expresidente viajó a Zurich por sus labores como titular de la Fundación FIFA pero vio como su regreso se demoraba más de 30 días debido a las imposibilidades para ingresar a la Argentina como consecuencia del cupo de ingresos que se implementó para mitigar el impacto de la variante Delta del coronavirus (Covid-19).
Tal y como establece la normativa vigente en la provincia de Buenos Aires, en donde reside, Macri tendrá que someterse a un aislamiento de siete días. Finalmente estará en la casa que alquila en Acassuso, localidad de Vicente López.
La decisión de no jugar más a fondo con el cierre de listas también significa que el expresidente entendió que es momento de correrse y dejar que surjan nuevos liderazgos. La pandemia del coronavirus terminó acelerando el fenómeno que busca llevar a Macri a la figura de expresidente/consultor, lejos de los primeros frentes de batalla en Juntos por el Cambio.