Mauricio Macri planea una cumbre con las nuevas autoridades de la CGT unificada, tras el acto de presentación del triunvirato de conducción que agrupará a los sectores de Hugo Moyano, Antonio Caló y Luis Barrionuevo, tres sindicalistas que dejan el sillón de mando pero que designaron un dirigente propio cada uno.
El Presidente recibirá a las nuevas autoridades de la CGT unificada.
El encuentro, que en el Gobierno confirmaron a BigBang se producirá en los próximos días, tendrá lugar tras la advertencia de la nueva CGT sobre el complejo rumbo económico del país, en el que resaltaron las problemáticas de inflación, empleo y la suba de las tarifas.
El triunvirato que conducirá a la CGT unificada.
Encuentro
Macri quiere reunirse con las nuevas autoridades. Ellos son Juan Carlos Schmid, la sombra moyanista en la nueva conducción; Héctor Daer, por Calo, y Carlos Acuña, hombre de Barrionuevo. Estos dos últimos tienen una particularidad: son legisladores del Frente Renovador de Sergio Massa.
Sobre este punto dentro del Gobierno se abre un interrogante, en torno a la posible influencia del ex candidato presidencial en las decisiones de la CGT, y en las posibles medidas de fuerza que pueda tomar en caso de que el rumbo económico y las medidas sociales tomadas por el Gobierno no satisfagan al triunvirato. Por eso el macrismo apunta todos sus cañones a mantener un diálogo fluido con Schmid, es menos "contaminado" políticamente de los tres.
Tres caciques sindicales dejan la conducción sindicalista.
El eje del encuentro girará en torno a dos cuestiones. La primera, los gremios pondrán en la mesa su preocupación por la situación económica del país. Reclamarán por el efecto de la inflación en el salario, y cuestionarán el aumento en las tarifas. También llevarán un informe sobre el impacto de la apertura de importaciones en el consumo y en las pequeñas y medianas empresas.
En contrapartida, el Gobierno reclamará por la falta de unidad total en la nueva CGT. Es que el macrismo entiende que se dejaron afuera algunos gremios de relevancia como Smata, el Movimiento de Acción Sindical Argentino y la Unión Ferroviaria. Saben en el Gobierno de las debilidades de esta unidad sindical, aunque también son conscientes que por detrás está Moyano. En total, se unieron 124 sobre 213 confederados, es decir, más de la mitad quedó afuera de la unidad.
La CGT avisó: "Por ahora no iremos a paro".
Calma
En la Rosada entienden que el Presidente tuvo un gesto digno de valorar por las nuevas autoridades sindicales. Macri liberó a las obras sociales parte de los $27.000 millones correspondientes al Fondo Solidario de Redistribución, caja que resguarda los aportes que se les retiene a los trabajadores del dinero que perciben en concepto de salario.
Este gesto garantiza cierta calma entre el Gobierno y la CGT, al menos en los próximos meses. En el acto de asunción se dejó en claro que no se convocará a “un paro”, en sintonía con el pedido del jefe de Estado, quien horas antes había pedido que los empleados “no pongan palos en la rueda” a las empresas.