Uno de los ejes del último discurso de Mauricio Macri en la apertura de sesiones ordinarias del Congreso fue el de la "lucha contra la violencia de género". El presidente no sólo aseguró que su Gobierno "acompaña" a las mujeres, sino que se refirió por elevación al caso de la nena de 11 años violada en Tucumán y obligada a someterse a una cesárea en vez de practicarle la interrupción legal del embarazo que había solicitado. "Se cambia en serio cuando empezamos a restituir los derechos de las miles de niñas víctimas de abuso sexual. De las muchas formas de violencia contra las mujeres, la violación es la más ultrajante de todas", aseguró.
Macri destina $11 para luchar contra la violencia de género
En efecto, el Estado no estuvo presente. O sí, pero activó toda su estructura para demorar los tiempos y no para garantizarle su derecho a abortar, sino obligarla a convertirse en madre a los 11 años. La misma delgada línea cruzó cuando se refirió al debate por la legalización del aborto que tuvo lugar el año pasado en el Congreso. Es cierto, otros gobiernos ni siquiera permitían que se tratara en el recinto. Pero Macri olvidó recordar que la mayor cantidad de votos negativos vino de su espacio político.
Empezamos a restituir los derechos de niñas víctimas de violencia sexual. El Estado que no pudo protegerlas antes, debe garantizar sus derechos"
Ahora bien. Dejemos los discursos irreales y vayamos a las cifras. El presupuesto que el Gobierno designó para el Instituto Nacional de Mujeres es de 234,3 millones de pesos. En otras palabras: $11.36 pesos por mujer. La cifra, desde el vamos irrisoria, es incluso menor a la partida del 2018. El recorte para las mujeres fue del 18 por ciento interanual. A eso hay que sumarle, claro, la inflación.