14 Junio de 2016 06:02
Catorce días después de anunciar que traería al país los $ 18 millones depositados en un banco de Bahamas, Mauricio Macri invirtió ayer ese dinero en bonos argentinos para demostrar confianza en la economía y el país.
El Presidente trajo su dinero al país.
Se trata de una medida con la que el Presidente intenta, por un lado, acallar las críticas por la aparición de parte de sus ahorros en el extranjero en un paraíso fiscal y por el otro, transmitir confianza a los inversores. Cree que el ejemplo debe comenzar por la figura del jefe de Estado.
Los fuertes cuestionamientos se produjeron luego de conocerse su declaración jurada, en la que detalló la existencia de la cuenta en las Bahamas. En aquel momento, sus voceros explicaron que se trataba del “mismo dinero declarado en cuentas en Suiza y EE.UU.” pero que debido a un cambio de domicilio del banco suizo al paraíso fiscal se produjo la confusión.
El Presidente adquirió bonos locales para transmitir confianza.
Lo cierto es que Macri prometió y cumplió. Compró “Letras del Tesoro argentino” como las que el Gobierno ofreció para endeudarse en los mercados internacionales. De esta forma su dinero ya está en el país.
La aparición de su cuenta en el extranjero coincidió con el surgimiento del proyecto que permite a los argentinos con dinero fuera del país ingresarlo a través del blanqueo de capitales. Una medida con la que se busca financiar parte de otra importante iniciativa: el pago de las sentencias a más de dos millones de jubilados.
El dinero del blanqueo se destinará a los jubilados.
Son varios los integrantes del Gobierno que tienen declarado dinero en el extranjero. La lista está integrada por el ministro de Energía, Juan José Aranguren; de Hacienda, Alfonso Prat-Gay; la canciller Susana Malcorra, y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger. A su vez, el titular del Banco Nación, Carlos Melconian, aceptó tener fuera del país una cifra superior a los $60 millones.
Malcorra, entre otros, también tiene dinero en el extranjero.
Ahora la incógnita es saber si estos funcionarios continuarán los pasos del propio Presidente.
