27 Noviembre de 2017 13:25
El merchandising revela una interna divertida: en Casa Rosada entre los macristas "de Mauricio" y los marcospeñistas. En Casa Rosada circulan stickers del presidente y el jefe de Gabinete. Ya sea en los celulares, en carpetas o hasta en computadoras, los dos referentes del PRO tienen hinchada propia.
Un sticker de Peña corona un celular de uno de los funcionarios de Casa Rosada.
Así se armó una interna entre macristas y peñistas que compiten por llevar el merchandising de sus "ídolos" consigo.
Pero no sólo el fanatismo por Peña es exclusivo de Casa Rosada. También las redes sociales se hicieron eco y muchas mujeres ya reclaman su sticker de "Marquitos".
Macri no se quedó atrás y ya tiene su propio sticker.
Hace tan sólo un mes, las empleadas de presidencia y varios ministerios crearon una cuenta de Instagram en honor al jefe de Gabinete, quien capta todas las miradas en los pasillos y tiene acaloradas a varias funcionarias.
Peña dejó atrás su cara de nene, a pesar de sus 40 años, y decidió renovar su estilo, a principios de año, para "agigantar su imagen". Lo que nunca se imaginó es que ese cambio le iba a traer tanto éxito con las mujeres.
Su barba y su nuevo look recio, marcó un antes y después en la percepción de las mujeres. Así el 28 de septiembre se creó oficialmente @lasnenasdemarquitos, un Instagram dedicado íntegramente al funcionario.
Tiempo de símbolos y parodias
Paredes, stickers y redes sociales repiten la frase "Macri Gato" como una chicana antimacrista, que poco a poco comienza convertirse en un símbolo de época.
El equipo de Aldea 3D, un estudio de impresión en tres dimensiones, tomó la señal y decidió darle encarnación física. Así, nacieron los "MacriCat", muñecos con cuerpo de felino y la cabeza del primer mandatario. Y pronto, al MacriCat le llegó un compañero para equilibrar la "grieta": el "PingüiNéstor".
PingüiNéstor y MacriCat, dos opuestos, dos símbolos.
El MacriCat, de hecho, llegó tan lejos que incluso aterrizó en escritorios oficiales, donde muchos funcionarios lo adoptaron como guiño irónico.
