A horas de pararse frente al gabinete porteño completo y jurar como ministro de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires, Ángel Mahler buscó la tranquilidad de un lugar menos transitado para sentarse cara a cara con su predecesor en el cargo, Darío Lopérfido, y charlar con distensión.
Mahler y Lopérfido, en su reunión íntima en el Alvear.
Así, el lugar elegido fue el hotel Alvear, donde ambos ocuparon sendos sillones en una reunión relajada. "Lo más importante en estos momentos para mi es enterarme de todos los pormenores de las cosas que se están haciendo. Por eso la reunión con Darío", le explicó Mahler a BigBang.
Según contó Mahler, el encuentro fue "muy ameno".
El funcionario explicó que el encuentro fue "muy ameno" y que buscó interiorizarse en la marcha actual de los asuntos del ministerio. "Le propuse algunas ideas que le encantaron, algunas que estaban en desarrollo y algunas que él tambien había pensado", relató.
"Cualquier cosa que separe a los hombres es mala.
Mahler subrayó que las próximas semanas para él constituirán básicamente "un período de adaptación y evaluación" en el que se tomará las cosas "despacito, para ver qué es lo que realmente me gusta y para dónde quiero ir".
"He trabajado con mucha gente que me conoce y creo que la cultura no tiene que tener partidos políticos sino sólo eso, cultura", remarcó. "Tenemos que mirar hacia adelante, me parece que cualquier cosa que separe a los hombres es mala: religión, equipo de fútbol, lo que sea".
"Me parece que Lopérfido se liberó para concentrarse más en lo que le gusta.
Finalmente, Mahler consideró que su predecesor, Lopérfido, está en paz con su renuncia. "Creo que lo que más le gusta es lo que esta haciendo: manejar el Colón", consideró. "Me parece que en cierta manera se libera y va a poder concentrarse más en lo que realmente quiere hacer".