El espacio de Unidad Ciudadana bonaerense, que tiene a la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner como primera precandidata a senadora nacional, eligió como búnker electoral las instalaciones del estadio de Arsenal de Sarandí.
Gastón y Cristian, los dueños de la parrilla en la calle Julio Humberto Grondona.
Mientras que la ex mandataria concurrió al estadio, se instalaron en los alrededores de la cancha del equipo del Viaducto los característicos y habituales puestos de choris para los que desean acompañar a CFK con el estómago lleno.
Sin embargo, estos tienen una particularidad: también venden empanadas para todos aquellos que no quieran recaer en la vieja crítica que asegura que todos los que acompañan a la ex presidenta solo se movilizan por “un choripán".
Las empanadas, grandes estrellas de la parrilla.
BigBang pudo dialogar con los dueños de una parrilla ubicada a 160 metros del centro de campaña de Cristina Kirchner, ubicada en la calle Julio Humberto Grondona, el fallecido presidente de la AFA que supo ser aliado de la ex jefa de Estado.
La parrilla nacional y popular ofrecía hamburguesas y choripanes a unos $40, bondiola y vacío a $70 y las empanadas de carne y pollo costaban $20. Pero pese a los precios, la zona parecía abandonada y solo un par de clientes se animaron a comprarle a Gastón, uno de los encargados de la típica comida de los actos o presencias de CFK.
“Yo creo que dentro de un rato van a empezar a venir porque creo que la gente que la acompaña son fieles y la siguen”, explicó Gastón, que dijo ser de Dock Sud, Avellaneda. En ese marco, el hombre explicó que suele ir a todos los actos políticos de la ex mandataria, a partidos de fútbol y hasta recitales con su fiel parrilla.
Los choripanes esperan a los militantes de Cristina.
“Sea Macri o Cristina, acá el problema es la desunión del pueblo. Si tuviéramos unión, las cosas cambiarían. Es muy egoísta el pueblo, ese es el problema. Somos un montón ¿cómo puede ser que todo aumenta y todos se callen? Todos negocian, el que gana 40 lucas no le importa al que gana diez”, manifestó Gastón y remarcó que poco importa el político de turno.
A su lado se encontraba Cristian, un joven tímido que sufrió de muy chico un accidente que le dejó secuelas. “Él se cayó de un segundo piso y quedó discapacitado. Vivió en la calle, su padre lo abandonó y su mamá falleció”, contó Gastón y aseguró que su compañero es un ejemplo a seguir. La nota duró algunos minutos, pero la calle seguía vacía.
Se espera que los militantes no se hagan presente esta noche.
“Estuvimos vendiendo desde temprano, pero hay que ver la situación que estamos viviendo. Si estaríamos bien, estarían todos de joda. A mí me gustaría tener un laburo fijo y con obra social para estar tranquilo. Siempre trabajé para mí. Acá hay que trabajar, pero las personas no quieren laburar”, insiste con su mirada del país Gastón.
Algunos grupos de la militancia kirchnerista esperan que se habilite la apertura de las puertas del estadio de fútbol en el caso de que Unidad Ciudadana triunfe en las PASO, aunque desde la organización por ahora descartaron esa posibilidad. Mientras tanto, Gastón y Cristian esperan poder cumplir con la cuota diaria y vender algunos choris más.