29 Marzo de 2018 15:10
Con bombos y platillos el propio Mauricio Macri anunció el miércoles que la pobreza en la Argentina se redujo al 25,7% en el segundo semestre de 2017, según las mediciones del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec).
De estas cifras se extrae que esta caída significativa de la tasa de pobreza semestral que fue de 2,9 puntos porcentuales implica que aproximadamente un 1.210.000 personas dejaron de ser pobres en este periodo.
Sin embargo, los datos festejados desde el Gobierno fueron vistos con desconfianza desde diversos sectores de la oposición, gobernadores y hasta la propia Universidad Católica Argentina (UCA) quien también se encarga de analizar este fenómeno.
Entre las voces disidentes el ex jefe de Gabinete kirchnerista, Jorge Capitanich salió a cuestionar los datos y denunció que el Gobierno realizó un "mecanismo de manipulación" en el organismo.
"Es una metodología que subestima de una manera sistemática el incremento de la pobreza. Se ve reflejado en la subestimación de la incidencia del incremento tarifario en el índice de precios al consumidor. Esto disminuye sustancialmente la proporción de pobres en su medición", explicó en una entrevista en Radio Rivadavia.
"Hubo una sobreestimación en el inicio de la gestión sobre los indicadores de pobreza para determinar que la anterior gestión no había hecho políticas que efectivamente hayan generado una abrupta reducción de la pobreza", dijo y apuntó que al finalizar su gestión en 2015, "había una pobreza del 17%".
Por su parte, Daniel Arroyo, diputado del Frente Renovador adhirió al indice revelado por el Gobierno y justificó que "en los últimos meses del año pasado hubo más actividad económica, sobre todo más movimiento de la construcción", aunque indicó que "la salida de la pobreza para una persona es una combinación de planes sociales y changas".
El coordinador del Observatorio de la Deuda Social de la UCA , Agustin Salvia sostiene que el resultado arrojado es extraño. "Se entiende por qué hay una caída: tiene que ver con tres cuatro puntos de crecimiento, con respecto a un año muy malo como fue el 2016, recuperación del empleo, reducción de inflación, reparación histórica de las jubilaciones, programas sociales que se extendieron", enumera. "Esto explica en buena parte la caída de la pobreza. Pero parece extraño la caída de la indigencia que se da por cuarto trimestre".
Distribución de la pobreza y la indigencia según el Indec.
Uno de los mayores cuestionamientos se relacionan con la diferencia que se da en las provincias argentinas, donde en muchas de ellas la pobreza creció. "La diferencias regionales se explican por comportamientos distintos del empleo, porque la inflación golpeó sistemáticamente en general a todo el país. Hay que analizar si esos mercados de trabajo tuvieron menor recuperación", explica Salvia.
Además, el analista se cuestiona acerca del plan de capacitación que tiene el personal del Indec en las oficinas de empleo provinciales. "Tal vez en las oficinas donde no llegaron los mejoramientos en torno a las capacitaciones, haya diferencias", dijo y planteó la duda.
Alberto Fernández, ex jefe de Gabinete kichnerista salió al cruce a decir que "una de las cosas que me apena de Macri es que haya copiado los vicios de otro: han hecho otro cálculo al mejor estilo Moreno. Nadie puede creer que esto sea cierto. Acaban de anunciar que el trabajo informal aumentó, y aumentó la indigencia, ¿cómo vamos a creer que ha bajado seis puntos la pobreza?
A los descontentos con la baja de la pobreza se sumó el gobernador de Córdoba Juan Schiaretti quien duramente cuestionó al Indec diciendo que algunas variaciones "no son consistentes" con la realidad. Sucede que en el Gran Córdoba la pobreza subió del 30,7 al 34,2 por ciento, por encima de los números propios de la provincia.
Cambio de metodología
Tras el anuncio de Mauricio Macri de ayer, y antes de que cualquier crítica saliera a la luz, la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley indicó que el Gobierno estudia la posibilidad de reformar el método con el que se mide la pobreza, a través de una “medición multidimensional y no solo con los ingresos”, y afirmó que se hará manteniendo la “libertad y autonomía” del Indec.
Stanley anunció un nueva metodología para medir la pobreza en el futuro.
“Está en discusión y en diálogo la posibilidad de hacer una medición multidimensional de la pobreza, no sólo con ingresos sino pensando en la situación general de una familia”, explicó Stanley.
La ministra precisó que “el camino de la reforma se trabajará, como hasta ahora, siguiendo con la libertad y autonomía del Indec”, y destacó que el organismo “fue recuperado después de años de no medir la pobreza”.
Las baja de la pobreza “nos alienta a pensar que vamos en el camino correcto y que estamos en la dirección adecuada”, concluyó.
Según informó el INDEC la próxima medición de la pobreza relevará la consideración de economías de escala en los hogares, la condición de propietario o no de la vivienda, el reconocimiento del mayor peso de la salud en hogares de adultos mayores y de la educación en hogares con menores y otros ajustes para los componentes no alimentarios de la Canasta Básica Total.
La estadística de #pobreza es mucho más que un número. Son miles de familias y personas. Por eso, poner fin a la pobreza es nuestra prioridad.
- Carolina Stanley (@CaroStanley)
Cabe recordar que hasta ahora la obtención del índice de pobreza se realizaba en base a una valorización de la canasta básica alimentaria (CBA) y de la CBT comparada con los ingresos de los hogares relevados por la Encuesta Permanente de Hogares.