29 Agosto de 2017 16:29
El empresario argentino Mariano Martínez Rojas, prófugo de la Justicia y radicado desde hace 8 meses en Estados Unidos, se defendió hoy de la acusaciones en en la causa vinculada con la denominada "mafia de los contenedores" y aclaró no "necesita" la figura de arrepentido.
"Mi rol siempre fue de empleado para distintas personas de distinta índole del sector privado y vinculados al anterior gobierno", dijo Martínez Rojas y aseguró que el ex titular de la AFIP Ricardo Echegaray se encargaba de "bajar las alertas" que deben emitir los bancos por transferencias internacionales sospechosas.
Además, en diálogo con radio Continental, dijo que el ex secretario de Comercio Guillermo Moreno "se encargaba de las Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación (DJAI)" y que su esposa, la escribana Marta Cascales, recibía las liquidaciones semanales.
Martínez Rojas, quien lanzó acusaciones diversas por lavado de dinero y otros delitos, incluso contra la ex presidenta Cristina Fernández, dijo que la causa en su contra es "una cama" y aclaró que "no necesita la figura de arrepentido" y que no va volver al país porque "no quiero que me maten".
El empresario está imputado en la causa a cargo del juez en lo penal económico Gustavo Meirovich, quien ayer rechazó otorgarle la exención de prisión, ya que está acusado de formar parte de una organización que lavó 200 millones de pesos a través de las ex DJAI (Declaraciones Juradas Anticipadas de Importación.
Martínez Rojas se hizo conocido cuando a principios de 2016 apareció como comprador del diario Tiempo Argentino y radio América a los empresarios Sergio Szpolski y Matías Garfunkel, quienes abandonaron las empresas. Pero Martínez Rojas no puso en marcha los medios y dejó de pagar los sueldos.
Martínez Rojas supuestamente les compró a Szpolski y Garfunkel.
"Yo trabajaba para cierta gente y era legal, la documentación no era trucha, la plata no la manejaba yo", agregó. Martínez Rojas está acusado de ser parte de una asociación ilícita que habría actuado en forma coordinada, mediante la creación de personas jurídicas -SA y SRL- previamente constituidas o adquiridas, con la finalidad de cometer delitos indeterminados, desde el mes de enero de 2012.
El abogado de Martínez Rojas, Alejandro Sánchez Kalbermatten, insistió con que su cliente tiene "valijas gigantescas" con pruebas para presentar en la causa de los contenedores, y advirtió que "muchos van a quedar mirando el norte".
El letrado añadió que la imputación de lavado de dinero y la orden de captura son una "persecución" judicial y reclamó a la Justicia que "busque" al empresario Sergio Szpolski, a quien calificó como "delincuente" y de quien su cliente fue "víctima" cuando le compró el diario Tiempo Argentino y radio América.
Garavano dijo que siguen saliendo a la luz hechos escandalosos.
Martínez Rojas "tiene documentación de todo, entre 70 y 100 kilos de papeles. Son valijas gigantescas. La idea de él era revisarla de manera conjunta y hablar" ante la Justicia. "Pero él viajó por cuestiones empresariales" a Estados Unidos "y le pusieron la trampera ésta, la de la captura", afirmó el abogado.
Por su parte, el ministro de Justicia, Germán Garavano, destacó que algunos de los "hechos de corrupción escandalosos" de la administración kirchnerista "siguen saliendo a la luz" y "se verifican" por vía directa de los "propios partícipes", y admitió que es una "deuda" de la Justicia avanzar en esos casos.
Sobre las declaraciones de Martínez Rojas, sostuvo que "siguen saliendo a la luz, por testimonios directos, hechos de corrupción escandalosos", pero rescató por radio La Red que "por suerte se ha fijado el juicio de la tragedia de Once, el juicio Ciccone".