por Agustin Gulman
29 Junio de 2017 13:14Fue un episodio llamativo, despertó una alarma en Casa Rosada y ocurrió una semana atrás, en plena madrugada. A bordo de un Renault 19, un hombre ingresó a la calle Balcarce, en un sector cerrado al tránsito desde hace años, golpeó la reja de acceso y enfiló hacia el interior de la sede de Gobierno. A esa hora, las 2:44 del miércoles 21, no había ningún guardia en la zona.
El llamativo episodio quedó registrado por las cámaras de seguridad del edificio de la AFIP, ubicado justo en frente, y fue difundido por el periodista Omar Lavieri en Infobae. El viejo automóvil modelo 1997 quedó a unos pocos metros de los portones de acceso al edificio, luego de chocar y entrar por las mismas puertas por las que a diario acceden los trabajadores y funcionarios.
Horas después de aquel episodio comenzó una investigación judicial para determinar qué había ocurrido. Se supo que el conductor era un hombre de 41 años que padecía “trastornos delirantes persistentes”, que no portaba ni explosivos ni armas, y que había consumido marihuana y cocaína horas antes de intentar ingresar en auto a la Casa Rosada.
El juez federal Sergio Torres abrió una investigación por el episodio y le pidió a la Casa Militar, que se ocupa de la custodia del presidente Mauricio Macri, que establezca un plan a corto y mediano plazo para reforzar la seguridad del mandatario. Desde el Gobierno detallaron a BigBang que reforzarán la presencia de efectivos policiales en la zona de la explanada y que se modificará el esquema de guardias en la zona. Además, se instalarán cámaras.
El juez Torres pidió mejorar y reforzar las medidas de seguridad presidencial.
El objetivo es reforzar la seguridad en el perímetro de la Casa Rosada, en un plan que incluye más monitoreo en los accesos, así como mayor presencia de efectivos en todo horario. El proceso ya comenzó con la apertura de licitaciones para la compra del material técnico que se requiere. Estiman que los trabajos terminarían recién en diciembre.
El plan incluye una renovación de todo el sistema de seguridad, no sólo de la Rosada, sino también de la Residencia de Olivos, porque la tecnología instalada es antigua, casi obsoleta, sobre todo en lo que refiere a monitoreo, cámaras y cables.
En la custodia de Macri intervienen la Policía Federal, la Bonaerense y la Casa Militar.
TODOS LOS HOMBRES DEL PRESIDENTE
“La vida de Macri no corrió riesgo”, se atajan desde el Ejecutivo cuando hablan del hombre que intentó acceder a la Rosada. De todos modos, ocurrieron otros episodios que, aunque no pusieron en peligro la vida del presidente, sí despertaron alertas: los escraches en Tandil, Villa Traful, Mar del Plata y el Tigre provocaron algunas preocupaciones y modificaciones en su esquema de seguridad.
En el entorno del mandatario reconocen que es el propio Macri quien elige mantener cierta distancia de su seguridad: su plan de mayor cercanía con los vecinos mediante recorridas, caminatas y timbreos forma parte de esa decisión.
Para el ex comisario Luis Vicat, en materia de seguridad presidencial “hay una combinación de falencias y errores”. Vicat recomendó más vehículos blindados, “paneles acristalados” para mantener contacto con la gente a través de un vidrio y camisetas blindadas.
En la actualidad, el Ejecutivo cuenta con tres vehículos blindados: uno que fue adaptado especialmente, otro que se adquirió meses atrás y un tercero que se encontraba en manos del Ministerio de Seguridad bonaerense y fue cedido a la Presidencia.
El ex comisario Luis Vicat cuestionó las medidas de seguridad y cree que hay que ser más estrictos.
Vicat asegura a BigBang que la custodia presidencial debiera sumar equipos que permitan inhabilitar las comunicaciones telefónicas para los actos del presidente. Para el ex comisario, en la seguridad del presidente y su círculo inmediato tendrían que destinarse por lo menos unos cien efectivos entre policías de la Federal, la Bonaerense y personal de la Casa Militar. En la actualidad, el jefe de custodios del mandatarios es Alejandro Cecatti.
De todos modos, Vicat señala que la Argentina debiera recurrir a sistemas de seguridad similares a los utilizados por Alemania y los Estados Unidos, que cuentan con mayor intervención de los servicios de inteligencia. “No noto diferencia entre la custodia de Macri y la que tenía Cristina. Ella tampoco quería mucha custodia encima”, señala.