Esta semana, se dieron a conocer dos peritajes según los cuales los cuadernos de Oscar Centeno, el chofer del entonces funcionario Roberto Baratta, fueron manipulados por su amigo y ex policía, Jorge Bacigalupo. Un informe elaborado por expertos caligráficos de la Policía Federal Argentina (PFA), confirmó que al menos tres de los ochos cuadernos de Centeno tienen anotaciones y correcciones hechas por su Bacigalupo.
Se trata de un ex policía que tuvo bajo su custodia los cuadernos previamente fueran entregados a la justicia y quien había sido llamado a indagatoria en la causa que investiga la existencia de manipulaciones en el material.
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El peritaje caligráfico fue realizado en un expediente paralelo, iniciado por uno de los empresarios acusados de pagar sobornos a los Kirchner, Armando Losón, ex presidente de la compañía Grupo Albanesi: “La letra de las sobreescrituras en el caso denunciadas por el empresario Armando Loson, es de Bacigalupo”, afirmaron fuentes judiciales.Asimismo, uno de los abogados de Losón, Mariano Cuneo Libarona, solicitó al Tribunal Oral Federal Nº 7 que se debe realizar el juicio oral y público por los cuadernos y que ordene una pericia caligráfica oficial sobre los ocho cuadernos. El tribunal tiene en su poder seis cuadernos originales y dos en fotocopia, hasta el momento, la pericia se realizó sobre las fotocopias número cuatro, siete y ocho, correspondientes a los años 2008 - 2009, 2013 y 2015.
Fuentes judiciales sobre la pericia realizada por la División Scopometría de la Policía Científica comprobó la presencia de “leyendas agregadas y enmendadas” en el cuaderno Nº 7. Además, luego de recibir el informe, el juez ordenó la extracción forense de los dispositivos móviles y electrónicos secuestrados en la casa de Bacigalupo el día que lo allanaron en el marco de esta investigación.
De acuerdo al archivo de 23 fojas que accedió Télam, se llevó a cabo una comparación caligráfica entre los cuadernos de la investigación con un archivo de la Caja de Retiros, Jubilaciones y Pensiones de la Policía Federal Argentina, donde se encontraba el legajo de identidad de Bacigalupo y un expediente con una escritura manuscrita del antes mencionado.
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Además, se realizaron investigaciones a partir de constancias manuscritas secuestradas en el domicilio de Bacigalupo, en la calle Moldes en la ciudad de Buenos Aires. Se obtuvieron “agendas, anotadores y papelería varia” con “los fines de establecer el carácter o no de indubitado de los mismos”.Sumado a un “cuerpo de escritura obtenido en sede tribunalicia” durante el transcurso de este año, donde se verifica que “las características morfológicas se mantienen al igual que las combinaciones de signos del modelo cursivo con el de la imprenta”.
En dichas muestras, se detectó la “enmienda en algunos signos literales tales como la 'y', 'r', 'n', tachaduras, varianzas de inclinación, presionado”, que indicaría “falta de espontaneidad” que “puede ser atribuido a un estado de nerviosismo del acto propio”, de acuerdo al documento firmado por el Comisario Alejandro Matías Centofanti, jefe de la División Scopometría, la Inspectora Analía Noemí Ojeda y los peritos Gillermo Latour, Gastón Latour y Jorge Baz.
Además, se detectó la letra de Bacigalupo en correcciones realizadas en 2008 en una referencia al “Ingeniero Ferreyra”, señalando al empresario Gerardo Ferreyra, uno de los privados que irá a juicio y quien se negó a declarar como arrepentido o imputado a colaborador. También en las anotaciones “Armando”, referenciando a Losón; “Alem 855”, por una de las direcciones que habría visitado Baratta para el cobro de dinero ilegal y “X55”, las últimas tres de 2013.
Sin embargo, el informe detalló que el trabajo se realizó a través de muestras fotográficas: “Pese a tratarse de muestras obtenidas de los cuadernos originales, imposibilitan a los peritos adentrarnos en el estudio. Solo puede ser analizados en el sustrato original”.
Incluyó: “En consecuencia, si se contara efectivamente con el material original para la examinación, sería posible recabar una mayor cantidad de elementos valorativos que permita elevar el grado de asertividad en el colofón presentado”.
Por su parte, el Tribunal Oral Federal 7 es el encargado de tener en una caja fuerte las piezas que aparecieron en 2019, custodiadas por la Policía Federal, pero se negó a entregar los originales para llevar a cabo el análisis solicitado por Martínez De Giorgi, juez a cargo de investigar la supuesta adulteración de los cuadernos, en mayo de este año.