La primera piedra la lanzó el Ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo, quien -en una entrevista con el diario MDZ- fue lapidario: "La presidenta decidió que Scioli sea el candidato y los resultados están a la vista", dijo.
Estas declaraciones cayeron muy mal no sólo en las bases, en los militantes del “proyecto nacional y popular”. También desagradaron a los dirigentes kirchneristas.
La presidenta, Cristina Kirchner, optó por Daniel Scioli para candidato a presidente, y le ofreció al oriundo de Chivilcoy que fuera a competir a Provincia. Randazzo se negó y no aceptó otra candidatura que no fuera la presidencial. El resto de la historia es conocida: primero una interna entre Julián Domínguez y Aníbal Fernández ganada por este último. Luego la derrota histórica a manos de María Eugenia Vidal y Cambiemos.
Las declaraciones de Randazzo respecto de las elecciones fueron muy mal tomadas por sus compañeros de gabinete. El más duro de todos, quizás, fue el Ministro de Planificación, Julio De Vido, quien tuiteó: “REFLEXIÓN. Los traidores son como las moscas: sólo sirven para transformar las bostas y las pudriciones. Decía el General Perón”. La alusión parece directa a su colega ministro.
Randazzo.
El Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, le bajó el tono a la confrontación con Randazzo y minimizó sus declaraciones, en tanto el diputado nacional Jorge Landau calificó como “inoportunas” las palabras del ministro.