La sesión por la cual se votó en la Cámara de Diputados la ley que recortará los incrementos en los haberes jubilatorios a partir del año próximo dejó varias rarezas, que se comienzan a conocer con el paso de las horas. Bien vale un repaso.
Por ejemplo, el ex vicepresidente y ex gobernador Daniel Scioli, elegido diputado nacional en las últimas elecciones aparece como ausente en el acta final, en la cual se registró el resultado de la elección.
Scioli había participado en la sesión, aunque nunca pidió la palabra, y cuando fue el momento de votar no estaba en el recinto. No está claro el motivo de su ausencia.
Algunas versiones sostienen que no se sentía bien y se había ido a su casa, mientras que otras versiones dicen que directamente no aguantó la duración de la sesión y se fue a dormir.
El ex gobernador tampoco había participado en la sesión frustrada del jueves de la semana pasada, levantada a último momento por pedido de Elisa Carrió. Y ayer no votó.
Lousteau votó en contra de la reforma.
La Alianza Cambiemos tiene tres patas: el PRO, la Coalición Cívica y la Unión Cívica Radical. Pues bien, el flamante afiliado a la UCR porteña, Martín Lousteau, votó en contra de la reforma.
Lo mismo hicieron los otros diputados del bloque Evolución Carla Carrizo y María Villavicencio, quienes acompañaron la decisión del ex ministro de Economía de Cristina Kirchner y ex embajador de Mauricio Macri en los Estados Unidos.
Es cierto que la UCR y el PRO fueron separados en la última elección en la ciudad de Buenos Aires y que Lousteau compitió contra Elisa Carrió, pero no dejó de llamar la atención su decisión de no apoyar al oficialismo.
Cambiemos pudo lograr los votos necesarios en diputados gracias al aporte de gobernadores del peronismo, que ordenaron a sus legisladores que apoyaran la iniciativa, pero no todos cumplieron con lo ordenado.
Ese fue el caso de Adriana Nazario, esposa del ex gobernador Juan Manuel de la Sota, quien votó en contra y no acompañó a los otros diputados nacionales del peronismo cordobés.