“Nos falta discutir y debatir mucho para encontrar una unidad que le sirva a la gente”. Con esa frase Máximo Kirchner expuso las grietas que el Frente Para la Victoria exhibe de cara a las elecciones legislativas de octubre.
Máximo Kirchner encabezó el encuentro del Frente Para la Victoria.
El discurso del hijo de Cristina Kirchner en la cumbre “pinguina” realizada ayer por la tarde no ocupó un lugar importante en los medios de comunicación y sus palabras, en buena parte, pasaron desapercibidas. Lo cierto es que el diputado se mostró como el líder de la campaña kirchnerista, con la que intentará poner un freno al macrismo en octubre: se ubicó en el centro del escenario y se transformó en dueño absoluto del micrófono, desde el cual envió un mensaje a quienes no asistieron al acto de unidad.
“Creo que los niveles de madurez que nos tiene que reclamar la sociedad deben ser más altos. Nos falta discutir y debatir mucho más para encontrar una unidad que le sirva a la gente. La unidad por la unidad misma no le interesa nadie. Además vamos a generar una frustración en nuestra sociedad, de la que uno y muchos compañeros no queremos ser parte. No nos interesa transformarnos en actores de la política, sino representar a aquellos sectores de la sociedad que menos tienen”.
El diputado se mostró conciliador, aunque cuestionó la madurez del FPV.
El misil discursivo estaba dirigido hacia los quince intendentes peronistas que faltaron al encuentro “K” al enterarse que en el poliderportivo del Suterh en la calle Venezuela estaban presentes el ex vicepresidente Amado Boudou y el dirigente piquetero Luis D'Elía. “No vamos a participar de una reunión con gente que resta”, comentó a BigBang uno de los jefes comunales ausentes que pidió reserva.
El enigma Cristina
Quien oficiaba de puente entre ambos actos era el diputado nacional por la Provincia de Buenos Aires, Wado de Pedro, a pesar de que nunca logró seducir a los intendentes para que concurran al acto. Los jefes comunales expresaron su preocupación ante las versiones que indicaban que Cristina Kirchner pensaba armar las listas en la provincia de Buenos Aires sin presentarse como candidata. Ante este escenario sin nombres fuertes en el espacio, muchos piensan en ir detrás de Florencio Randazzo.
El "faltazo" no repercutió nada bien en el humor de Máximo que de cualquier forma dejó entrever a su circulo íntimo que la decisión de haber invitado a Boudou no fue la mejor en este particular momento del kirchnerismo. Por eso mismo en el discurso optó por no hacer referencia a nombres propios y tampoco mencionó a Florencio Randazzo, pese a que ya había dejado en claro que la decisión de Alberto Fernández de convertirse en el jefe de campaña del ex ministro de Transporte le parecía correcta. “Es bueno que todos compitan en las primarias”, lanzó.
Máximo junto a Espinoza, Magario e Insaurralde.
Arriba del escenario, Máximo se convirtió en la voz del FPV más conciliadora. Sabe que necesita de los jefes comunales peronistas para dar batalla en octubre, por lo que no puntualizó en ninguno de ellos durante su discurso. El hijo de la ex presidente quiere en las PASO todos compitan, incluso, si es el propio Randazzo quien deba arrebatarle al macrismo algo de poder.
El primer ensayo de convivencia no fue el mejor y ahora Máximo debe tomar el timón del barco para redireccionarlo hacia el puerto de la unidad. Por eso utilizará a Fernando Espinoza y Martín Insaurralde para volver a tejer puentes con los intendentes ausentes. Les dirá que, de ser necesario, el espacio “limpiará” a aquellos apellidos vinculados a la corrupción y la violencia social, pese a que él mismo está investigado en la causa Los Sauces y Hotesur junto a su hermana, Florencia y Cristina, cuya candidatura en octubre podría tener la llave de la victoria kirchnerista.
Cuida su salud
Máximo bajo 20 kilos en los últimos dos años.
Durante los últimos dos años, Máximo Kirchner bajó más de 20 kilos por estricta recomendación médica: inició un dieta y comenzó a realizar algo de actividad física. En sus últimas apariciones evidenció los cambios físicos y se pudo notar su mayor delgadez. En la agenda alimenticia del diputado los permitidos tienen lugar en más de una oportunidad. Es que la rosca política, y en particular en el peronismo, el asado es sinónimo de unidad.