“Me cagaron la vida”. Con esa frase, Diego Lagomarsino resume su presente. El técnico informático que trabajaba junto a Alberto Nisman y que le entregó al fiscal el arma que terminaría con su vida, está visiblemente desmejorado, como si el proceso judicial que pesa sobre sus espaldas lo hubiese deteriorado con el tiempo.
"Arroyo Salgado es una mentirosa", dice al apuntar contra la jueza y ex esposa de Nisman. “Sería la injusticia más grande que hay", agrega el hombre acusado de formar parte de un plan criminal para matar al fiscal que investigaba el atentado a la AMIA: "Vivir con una tobillera es un calvario".
Su frase en contra de la jueza se produjo luego de que le consultaron sobre una reciente frase de Arroyo Salgado en la que aseguró que los teléfonos de Nisman y sus computadoras estaban infiltrados con programas de espías. “Yo no puedo creer lo que acabo de escuchar. Es la ignorancia en la expresión más grande", aseguró en diálogo con La Nación.
El fiscal fue hallado muerto en el baño de su departamento.
Por otra parte, el técnico informático confesó que se arrepiente de haberle entregado el arma a Nisman y dijo que le cuesta creer que haya sido un suicidio.
"Estoy roto, estoy todo roto. Trato de no mostrar mi debilidad, pero cuando me quiebro en cualquier momento es grave para mí", dijo, y contó que retomará terapia luego de haberla dejado por motivos económicos. "La que me banca en casa es mi mujer, Josefina. Ella es contadora, entonces es muy difícil para ella también porque trabaja en una empresa internacional y no puede llevar sus problemas al trabajo, tiene que hacer un bloqueo", dijo.
Lagomarsino, complicado en la investigación por la muerte de Nisman.
En diversos tramos de la entrevista, Lagomarsino formuló distintas preguntas: "¿Vos sabés lo que es que tu papá de 80 años se ponga a llorar por algo que vos le estás diciendo? Es tremendo”.
Su rutina tampoco volvió a ser la misma. "Desde hace tres años que vengo cambiando la rutina todo el tiempo", dijo. "Era un tipo súper alegre, un tipo que le encontraba lo bueno a todo. Pero me cagaron la vida a mí, a mi familia, a todos". Y siguió: "Me cuesta creer que pueda recuperar al Diego que fui. Sí creo que voy a poder dejar de vivir el infierno que estoy viviendo hoy, pero volver a ser el Diego que era, no lo sé, ojalá".