Luego de un recorrido de cinco años, finalmente el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 5, integrado por los jueces Leopoldo Bruglia, Adriana Palliotti, Daniel Obligado y Pablo Bertuzzi, brindó su veredicto en el juicio oral por crímenes de lesa humanidad cometidos en la Escuela de Mecánica de la Armada durante la última dictadura.
Las Madres de Plaza de Mayo aguardaron la sentencia en las afueras de Comodoro Py.
En total, 789 hechos se juzgaban en el marco de la megacausa, que tenía 54 acusados, entre ellos los tristemente notorios Alfredo Astiz y Jorge Eduardo "Tigre" Acosta.
En los tribunales de Comodoro Py, donde se leyeron las sentencias, la agrupación H.I.J.O.S montó un palco con una pantalla gigante para seguir el juicio.
Condenas
La sentencia más esperada, sin duda, era la del miembro de la Armada Astiz quien terminó condenado a cadena perpetua por (entre otros crímenes) el secuestro y desaparición de la adolescente sueca Dagmar Hagelin. La misma pena recibió Acosta, notorio asesino y torturador de la ESMA.
Otro de los acusados que recibieron la máxima condena fueron Randolfo Scacchi, el ex capitán de la Armada quien también supo ser funcionario del gobierno de Carlos Menem, y Mario Arrú, uno de los responsables de los "vuelos de la muerte" que lanzaban víctimas sedadas desde aviones al Río de la Plata. Esta parte del juicio, de hecho, incluye como imputados por primera vez los pilotos responsables de tales operativos.
Por su parte, Juan Alemann, uno de los imputados civiles de la megacausa (fue secretario de Hacienda durante el gobierno de facto), constituyó una de las sorpresas de la audiencia cuando se conoció su absolución.
Esta constituyó la tercera edición del juicio por los crímenes cometidos en la ESMA. El primero -en el 2007- nunca finalizó porque el único imputado, Héctor Febres, murió antes de conocerse la sentencia; mientras que el segundo se llevó a cabo en el 2011 con 16 condenas a cadena perpetua, varias penas de entre 18 y 25 años y dos absoluciones.