La jueza María Romilda Servini de Cubría fue asaltada el sábado cuando salía de su casa del barrio de Palermo. Los delincuentes revolvieron expedientes judiciales que tenía guardados en el auto y se llevaron regalos que la magistrada había dejado en el baúl, por un total de 42 pesos.
Fue el sábado en la puerta de su casa. La custodia no estaba.
El asalto tuvo lugar por la tarde y la jueza no se encontraba con su custodia. Los efectivos que debían cuidar el ingreso a su vivienda se habían ido, algo que tiñe aún más de sombras lo que podría haber sido algo más que sólo un hecho delictivo.
Tres días después, la jueza anunció su desvinculación de la causa que investiga el tráfico de 50 toneladas de efedrina. La misma en la que está implicado Ibar Pérez Corradi. Sin mayores explicaciones, Servini sorteó la causa, que recayó en el juez Sergio Torres; quien ya anticipó que rechazará la excusación.
Tres días después del asalto, la jueza dejó la causa de la efedrina.
Será la Cámara Federal quien resolverá cuál de los dos jueces deberá seguir con el último tramo de la investigación. Servini, por su parte, se limitó a decir que había recibido presiones y “hostilidad” por parte de una de las partes implicadas en la causa.