16 Septiembre de 2016 11:27
La vicepresidenta Gabriela Michetti pidió hoy ser sobreseida en la causa por la que se investiga el origen del dinero que el robaron en su domicilio el 22 de noviembre de 2015, la misma noche en la que se impuso en la segunda vuelta de las elecciones, al cuestionar el dictamen que dio impulso a la causa.
“La genérica y confusa descripción fáctica de la denuncia, a la que pareciera seguir el requerimiento de instrucción, me impide conocer adecuadamente cuáles son los hechos que concretamente se me atribuyen. Esto puede traducirse en una afectación al derecho de defensa en la medida que, en algunos aspectos, me veda la posibilidad de conocer con precisión cuál es la conducta de la que debo defenderme”, dice un párrafo del escrito presentado por el abogado Ricardo Gil Lavedra.
Cuando se conoció el robo en el domicilio de la vicepresidenta, por una nota del diario cooperativo Tiempo Argentino, se presentaron dos denuncias: una la realizó el abogado Leonardo Martínez Herrero y la otra dos diputados del FPV. En ambos casos se dijo que el dinero robado en su casa podría ser parte del financiamiento de la campaña de Cambiemos.
Michetti denunció que le robaron 200 mil pesos de la Fundación Suma, que ella preside, 50 mil dólares que le había prestado su novio Juan Martín Tonelli Banfi, y otros 45 mil pesos que tenía en efectivo para pagar arreglos en la casa.
La causa fue impulsada por el dictamen del fiscal Guillermo Marijuan ante el juez Ariel Lijo, que hace unos días ordenó una serie de medidas, como pedir informes a la Unidad de Información Financiera (UIF) sobre reportes de operaciones sospechosas de lavado de dineo y al Banco Central sobre los movimientos bancarios de la Fundación Suma.
“Del contenido de la denuncia, que el Fiscal recoge en su dictamen, sólo surge como hipótesis delictiva el origen de las sumas de dinero sustraídas en mi domicilio, sin que se advierta qué relación puede tener esto con la actividad de las Fundaciones que se enumeran, pues respecto de ellas no se describe ningún hecho concreto que pueda catalogarse como delictivo por lo que no puede formar parte de la imputación”, sostuvo Michetti en su presentación.
Sobre el origen de los 50 mil dólares, dijo que fue un préstamo de su novio para pagar una maestría en el exterior de su hijo Lautaro. “Juan se apareció un día en casa, creo que hacia fines de septiembre, con un sobre parecido a los que se usan para mandar cosas por avión que contenía U$S 50.000 en efectivo. Me dijo que me los entregaba con destino a la maestría de Lautaro y que no me preocupara por la devolución, que lo hiciera cuando pudiera”, indicó. Aseguró que ese préstamo constaba en la declaraciones juradas de la pareja.
Acerca de los 45 mil pesos declaró lo siguiente: “Yo siempre dejo en mi casa algo de dinero para atender a los gastos comunes del hogar, para que tanto Norma, mi empleada, como Lautaro, mi hijo, puedan utilizar para realizar alguna compra o hacer frente a algún gasto. Recuerdo que por esos días tenía en mi casa un poco más de dinero que el habitual, porque era para atender a una pequeña obra de reparación y remodelación que estaba llevando en mi casa. Creo que, aproximadamente, tenía unos 40.000 pesos destinados a ese fin”.
Finalmente, respecto de la Fundación Suma, sostuvo que el dinero robado eran $189.500 y nos $200.000 cómo había informado en un principio. Sostuvo que se trataba una colecta entre allegados al partido para enfrentar gastos de la cena de la Fundación que se iba a realizar el 30 de noviembre.
Dijo que su asistente Santiago Riobó “fue el encargado de recibir donaciones de parte de Alejandra Illia, María Conte-Grand, Fernando Subirats y José Ortiz Amaya. Mi hermana Silvina recaudó dinero que le donó Carlos Diez, Marcelo Domínguez, Claudia Nunia, Marcela Layún, Mario Michetti, Marta Mangas, Gerard Hugon y Alain Dujean. Federico Pinedo, por su parte, reunió el dinero que le dio Andrés Ibarra, Marina Klemensiewitz, Francisco Irarrazabal, Hernán Lombardi, Gabriela Ricardes, Daniel Chain y Guillermo Montenegro”.
“Cada uno de ellos aportó cantidades no demasiado significativas, que oscilaron entre $2.500, $5000, $10.000 y el aporte más elevado fue de $15.000. A su vez, Santiago Riobó se encargó de juntar todo lo recaudado por mi hermana y Federico Pinedo, más lo que él mismo había colectado”, precisó.
