El orgullo con el cual el gobierno de La Libertad Avanza (LLA) y Javier Milei anunciaron recortes en todo el Estado durante los últimos meses bajo el eslogan de "No hay plata", bien podría ser una bandera de la actual gestión. El problema es que, mientras le agitan eso a sus votantes y seguidores, en la realidad perpetúan los viejos privilegios de la casta política. Esto quedó en evidencia ante una nueva filtración acerca de los gastos que afronta la gestión libertaria.
Es que mientras le contestan a los pacientes oncológicos que "no hay plata" para sus tratamientos, techaron la pileta de la Quinta presidencial de Olivos, utilizada sólo por el mandatario y sus íntimos, por un costo cercano a los 50 mil dólares. Una cifra desorbitante en tiempos de clara mishiadura de la obra pública.
Es que, justamente, la construcción de este cerramiento de aluminio y el toldo que cubre los costados para cerrar el espacio y poder mantener la temperatura dentro, no sale ni más ni menos que del presupuesto de la obra pública. Aunque no son gastos licitados. "Hay en el Estado fondos rotatorios. Cajas que se fondean para gasto corriente, en donde luego se usa con facturas menores a cinco millones de pesos. Y ahí no hay ni licitación ni compulsa de precios", explicó Mauro Federico al aire de Argenzuela por C5N. "Eso no pasa por compras", detalló respecto a lo que le contó un "experto en gastos del Estado".
"Me están dando dos números estimados de la obra. Tiene un valor de 500 dólares el metro cuadrado. Y otro me dice: 'No, esto sale 250 dólares'. El cálculo que hicimos es sobre el precio más bajo", detalló el periodista en relación a la cobertura de una superficie que tiene 9 x 22. Esto indica que, mientras que el cálculo estimado es de US$ 49.500, este podría hasta duplicarse.
Lo más paradójico es que la situación se da en el marco de una durísima recesión que golpea de lleno a la construcción y la obra pública. Los insumos del sector, sólo en abril, cayeron un 33,2 por ciento. Además, según datos del Banco de Proyectos de Inversión Pública, hubo una baja del 87,6 por ciento de todos estos trabajos que estaban asignados con recursos nacionales. De 2417 obras en ejecución, sólo quedaron 300 proyectos en pie.
El resultado de todas estos cambios se estima en 70 mil puestos de trabajo menos en el sector. 70 mil familias que, por una decisión de una casta que se techa la pileta, tendrán que luchar por el mango para poner un plato de comida en la mesa para todos.