De cara al paro general de 24 horas que convocó la Confederación General del Trabajo (CGT) para el 9 de mayo, la conducción de la Unión Tranviaria Automotor (UTA) negocia con el Gobierno nacional para que los colectivos funcionen y se boicotee la medida de fuerza. Mientras tanto, los conductores de colectivos autoconvocados -de la línea 60, entre otras- cortaron parcialmente el ingreso a Capital Federal de Puente Saavedra, a la altura de la avenida Maipú, en reclamo por falta de pagos y porque las patronales no respetaron el acuerdo paritario alcanzado.
La clave del conflicto son los dos incrementos de 250 mil pesos que les aprobaron que, al no ser remunerativos, no cuentan para el salario básico ni para el aguinaldo correspondiente. Aunque por otro lado, los dueños de las empresas de transporte tampoco se los abonaron: "Lo que se firmó en la paritaria no se pagó", revelaron los delegados ante las cámaras de C5N.
El protocolo Patricia Bullrich no se cumplió durante la protesta, porque los manifestantes se encargaron de aclararle a la fuerzas de seguridad presentes que avisen en caso de que les llegue una orden de reprimirlos, porque no era su intención que la situación se ponga violenta: "Somos trabajadores, acá no venimos con ganas de hacer daño, que nos lastimen, ni de tener un enfrentamiento con la Policía tampoco", aseguró uno de los referentes.
"No venimos con ninguna bandera política, no nos importa quién está allá arriba en el gremio ni nada. Lo único que queremos es la plata de nosotros, de nuestra familia y estar un poquito mejor y seguir trabajando, sin violencia", aseguró uno de los choferes que acudió a la manifestación para desestimar las acusaciones que podían surgir en su contra. "El salario es insuficiente, no están debiendo plata. Ni hablar de las jubilaciones. 30 años trabajando para una jubilación de 280 o 320 mil pesos", protestó.
"Cuando tuvimos el Covid nosotros no paramos nunca. Yo el otro día escuchaba a Pablo Moyano que decía que los Camioneros nunca pararon. No nos olvidemos que los choferes de colectivos que jamás paramos, llevamos enfermeros, doctores, policías", enumeró el conductor. La definición acerca de que nunca frenaron su función, bien podría ser el argumento que enarboló el secretario general de la UTA, Roberto Fernández, para poner en duda su adhesión a la medida nacional impulsada por la CGT.
Las diferencias con Moyano ya lo alejaron de la conducción de la central obrera. Estas se generaron, entre otras cosas, por la "traición" que hizo durante el gobierno de Mauricio Macri, cuando levantó una medida de fuerza de cara al paro nacional que la CGT le iba a realizar al mandatario del PRO y debilitó la acción al punto de que tuvo que ser descartada como posible.
Este es el talón de Aquiles a través del cual La Libertad Avanza (LLA) intentará que fracase el paro nacional de la CGT. "Roberto no tiene el ánimo de parar porque tiene una negociación abierta por la paritaria. Se está llevando bien con el Gobierno. Es probable que haya una adhesión parcial, con servicio hasta las 19", aseguraron en La Nación, de acuerdo a una fuente "que frecuenta a Fernández casi a diario".
Lo que es un hecho es que la decisión de debilitar otras medidas de fuerza ya es una realidad de acuerdo a que desde la UTA no serán parte del paro nacional para este lunes 6 que impulsa la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) que encabeza Juan Carlos Schmid. La intención de hacer lo mismo con la medida de la CGT está en pie, y parece que sólo la presión de los choferes puede evitarlo.