A través de un comunicado oficial desde presidencia, Javier Milei informó a Lula da Silva, presidente brasilero, que Argentina no será parte de los BRICS, el acuerdo comercial que incluye relaciones con Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. -Más que la lapicera, Milei usa la motosierra y esta vez lo hizo con el tratado internacional -que Alberto Fernández había festejado con bombos y platillos- en el que se afianzaban las relaciones internacionales sobre todo con el gobierno del presidente Xi Jinping.
El acuerdo había sido considerado muy beneficioso porque además de esos países, en el acuerdo estaban también Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Egipto e Irán que son naciones pioneras en fijar los precios de venta del petróleo y el gas. Dos recursos naturales que a Argentina le sobran.
Cuentan las malas lenguas que fue el mismísimo presidente chino quien presionó varias veces a Milei para convencerlo de los tratados con China, todos los intentos sin éxito. Es que el ultraderechista ya había dejado clara su postura: "No voy a impulsar un trato con comunistas", había expresado en medio de su campaña política.
Junto a Diana Mondino, ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de Argentina, Milei redactó la carta de salida de Argentina de los BRICS: "Como es de su conocimiento, la impronta en materia de política exterior del Gobierno que presido desde hace pocos días difiere en muchos aspectos de la del Gobierno precedente", empieza la misiva dirigida a da Silva.
Los alegatos de salida que expusieron son los siguientes: "En tal sentido, algunas decisiones tomadas por la anterior gestión serán revisadas", explican y añaden: "Entre ellas se encuentra la creación de una unidad especializada para la participación activa del país en BRICS, según lo indicado por el expresidente Alberto Fernández en su carta del pasado 4 de septiembre".
Si Milei no pegaba este "volantazo", los acuerdos comerciales con los países de los BRICS entrarían en vigencia desde el primer día de 2024: "Al respecto, quisiera informarle que en esta instancia no se considera oportuna la incorporación de la República Argentina al BRICS como miembro pleno a partir del 1 de enero de 2024".
En la carta, Mondino y Milei ponen "una de cal y otra de arena": "Sin perjuicio de ello, deseo destacar el compromiso de mi Gobierno con la intensificación de los lazos bilaterales con su país, en particular el aumento de los flujos de comercio e inversión" y termina: "A la espera de reunirme con usted, hago propicia la oportunidad para reiterarle las seguridades de mi más distinguida consideración".
El alejamiento de Argentina de los BRICS generará un cambio geopolítico sin precedentes. Es que ahora, el principal acreedor de la patria, es Estados Unidos que respalda económica y militarmente a Israel y a la OTAN, dos puntos geográficos que están coincidentemente en la lucha contra países "comunistas".
La lucha empedernida de Mieli contra el comunismo
Ya lo dijo José Pablo Feinmann en su libro "Filosofía y Derechos Humanos": "Hay un gran miedo al comunismo en todos los sectores dominantes, en las elites y en los ejércitos del Tercer Mundo. El comunismo es la hidra de mil cabezas que se infiltra en los países; osea, hay que tenerlo constantemente en la mira. Por eso Roger Trinquier escribe el libro 'La Guerra moderna': 'Estamos librando una guerra contra un adversario ante el cual no hay que tener ningún escrúpulo moral'".
El autor reflexiona: "Más que ser antiperonistas, o quizás justamente por serlo, quieren frenar el marxismo. Porque temen que del peronismo revolucionario surja una fuerza marxista. De ahí la larga proscripción de 18 años:' Si Perón vuelve, de esas masas va a surgir un movimiento marxista, que seguramente Perón no podrá dominar y terminará dominándonos a nosotros'".
En ese sentido, explica y pone en yuxtaposición las ideas que de nuevo, se presentan con Milei: "Lo que late dentro del peronismo es el marxismo. Esto es lo que interpreta el Ejército argentino desde 1959. Esa es la guerra moderna. La guerra contra el peronismo es la guerra contra la latencia del marxismo dentro suyo".