21 Mayo de 2024 09:33
El presidente Javier Milei le subió el tono a la pelea diplomática con su par de España, Pedro Sánchez, a quien tildó de "cobarde" y dijo que se esconde "debajo a las polleras de las mujeres" de su gobierno. Además, el libertario aseguró que "de ninguna manera" le pedirá disculpas por los dichos sobre su esposa, Begoña Gómez, a quien durante su último paso por Madrid tildó públicamente de "corrupta". Como si esto fuera poco, el mandatario dijo que detrás de la tensión diplomática con España está "el kirchnerismo" al considerar que Sánchez apoyó a Sergio Massa durante la campaña del año pasado y ahora es asesorado por el ex presidente Alberto Fernández.
Como no podría ser de otra manera, en medio del conflicto con España que provocaron sus polémicos dichos y que derivaron en el anuncio del ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel Albares, de retirar "definitivamente" a su embajadora en Buenos Aires frente a la negativa del presidente argentino a disculparse, Milei acudió a su periodista favorito, Jonatan Viale, para hablar de lo ocurrido y negar que esta pelea pueda perjudicar la relación con el país europeo.
Sentado en su despacho frente a las cámaras de TN, el líder de la Libertad Avanza (LLA) sostuvo que el vínculo entre Argentina y España "no lo va a poder romper nada, porque lo hace la gente, se impone la realidad". Luego de sus críticas a la esposa de Sánchez durante su visita a Madrid, el jefe de Estado lo acusó de "utilizar políticamente" la discusión. "Es tan cobarde que mandó a pegarme por mujeres, es de una cobardía feroz", remarcó, elevando así las tensiones con su par español.
Además, reveló que no tenía pensado hablar de Sánchez y su esposa, pero le salió en el momento lo que dijo. "Desde que asumí nunca llamó para felicitarme", cuestionó el Presidente, que consideró que su par español "se puso debajo de las polleras de las mujeres de su espacio". "Las mujeres salieron a agredirme. Estaban buscando una provocación para acusarme de misógino", planteó Milei, y consideró que fue un ataque "coordinado por el kirchnerismo".
En ese sentido, el economista manifestó que Sánchez "habla de interferencia en la campaña" y aclaró: "Yo fui a dar una charla sobre la atrocidad que es el socialismo. Él llora interferencia, pero él hizo campaña por (Sergio) Massa abiertamente". Y a su vez, afirmó: "No solo hicieron campaña por Massa, sino que utilizaban todos los elementos de la campaña negativa de la venta de órganos, de que era un delirante, de loco, y lo usaron, todas esas cosas que sabíamos que eran mentira".
Y se quejó: "Que no venga a llorar interferencia". De esta manera y lejos de dar el brazo a torcer, Milei se definió como "el máximo exponente de la libertad a nivel mundial" y disparó: "Lo que pasa en España está promovido desde el kirchnerismo para armar revuelo acá. Cuando dije la frase nunca mencioné a nadie, se autoincrimina. A Sánchez no le quedó otra que sumarse él a pegarme. No le voy a pedir disculpas bajo ningún punto de vista, si yo fui el agredido".
Finalmente, el mandatario argentino redobló la apuesta y expresó que "hoy en todo el mundo se habla de los casos de corrupción de la mujer por tráfico de influencia y hasta apretaron un juez, y él está involucrado". "Las élites globales no se dan cuenta de lo destructivo que puede llegar a ser implementar las ideas del socialismo, porque lo tienen demasiado lejos. No saben qué tipo de sociedad y país puede producir el socialismo y qué calaña de gente atornillada en el poder y qué niveles de abuso puede llegar a generar. Aún cuando tenga la mujer corrupta, se ensucia y se tome cinco días para pensarlo", dijo.
Y concluyó: "Los kirchneristas tienen miedo porque saben que vamos a seguir avanzando con las causas de corrupción. Invito a que vean mi discurso, donde en una parte hablo de la hermandad entre el pueblo español y el argentino. Sánchez hizo campaña por Massa, él y su candidata a vice, Yolanda Díaz. Hicieron campaña por Massa y en esa campaña usaban todos los elementos negativos como la venta de órganos. Eso lo usaron todo: me tildaron de loco, de querer vender de niños. Pasaron cinco meses y estas cosas de la campaña negativa no pasó ninguna, Me dijeron que soy negacionista de la ciencia, me han dicho xenófogo, fascista, para mí son insultos agravados. Hace poco más de un mes que vienen agrediéndome sistemáticamente. Cuando el ministro Puente me hizo esa agresión, le contesté y se comió un tortazo enorme".