02 Abril de 2024 12:43
El presidente Javier Milei encabezó el acto central en homenaje a los caídos y veteranos de la Guerra de Malvinas y, en cadena nacional, pidió inaugurar "una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas".
Durante la actividad, que se llevó a cabo en el Cenotafio de la Plaza San Martín y fue transmitido por cadena nacional, estuvo acompañado por la vicepresidenta, Victoria Villarruel, con quien mantuvo algunos cortocircuitos en las últimas semanas que intentó disipar con un largo abrazo tras su llegada.
"El mejor homenaje a lo que dieron la vida por nuestro país es defender el reclamo inclaudicable por la soberanía argentina sobre las Malvinas, Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, pero un reclamo real y sincero, no meras palabras en foros internacionales, con nulo impacto en la realidad y que sólo le sirven al político de turno para impostar un falso amor por el país", señaló el líder libertario.
Y añadió: "Nos hemos cansado de escuchar a lo largo de las últimas décadas políticos que se golpean el pecho defendiendo nuestro justo reclamo por las Islas, sin que tenga un solo resultado para mostrar después de todos estos años".
Milei consideró que "para que los reclamos soberanos sean escuchados y respetados, es condición necesaria primero que el país y su dirigencia sea respetada, ya que nadie tomaría en serio el reclamo de defaulteadores seriales, corruptos o dirigentes políticos que más que una visión de país, lo que defienden es un modelo de negocios".
"Para que una nación soberana sea respetada en el concierto de las naciones hay dos condiciones esenciales que deben darse: esa nación debe ser protagonista del comercio internacional y también debe contar con fuerzas armadas capaces de defender su territorio frente a cualquiera que intente invadirlo. Nadie escucha ni respeta un país que sólo produce pobreza y cuyos políticos desprecian a sus propias fuerzas. Argentina, producto de la dirigente política de las últimas décadas, no ha cumplido con ninguna de esas condiciones", continuó.
Y lanzó: "No es coincidencia que poco y nada se haya avanzado en el reclamo por nuestras islas: somos, después de décadas, el primer gobierno que se hace cargo de esta situación y que tiene un rumbo claro para ser un país realmente próspero y soberano".
Tras resaltar la figura del ex presidente Julio Argentino Roca, Milei aseguró que "no existe soberanía sin prosperidad económica y, como muestra toda la evidencia empírica, no existe prosperidad económica sin libertad económica".
A pocos metros, desde el pequeño palco compartido entre militares y excombatientes, un hombre de bigote blanco cuestionó la figura de Roca. Inmediatamente fue apartado por Casa Militar que lo escoltó hasta la salida de las vallas. Allí, luego de protagonizar un intenso intercambio verbal que casi deriva en golpes con los presentes, decidió irse.
En su discurso, el jefe de Estado defendió las reformas impulsadas por su Gobierno son para que los argentinos vuelvan a "ser libres y que de esta libertad surja una nación fuerte y próspera con poder real para reclamar por su soberanía y ser respetada por otras naciones".
"No hay soberanía, respeto internacional por nuestros intereses si la dirigencia política hace hasta lo imposible para ensuciar el nombre de nuestras Fuerzas Armadas. En los años en los que se consolidó nuestra soberanía, las Fuerzas Armadas eran valoradas por el conjunto de la dirigencia y por la sociedad", subrayó.
Si hacer mención al rol de Inglaterra, arremetió: "La política ha querido borrar ésto de nuestra memoria colectiva, hostigando y humillando a nuestras Fuerzas. ¿Qué reclamo por la soberanía es posible si la dirigencia de un país se dedica a menospreciar y hostigar a sus Fuerzas Armadas? ¿Qué homenaje a los héroes de Malvinas puede ser sincero si en simultáneo el Estado financia grupos y organizaciones que no hacen otra cosa que desprestigiar a nuestras Fuerzas?".
"A los héroes de Malvinas y a nuestras Fuerzas Armadas les digo que ese tiempo se ha acabado y ustedes son motivos de orgullo para nuestra nación y en esta nueva Argentina tendrán nuevamente el respeto que les ha sido largamente negado", prometió.
En ese sentido, volvió a convocar a la oposición a firmar el Pacto de Mayo y señaló que invitará para la ocasión especialmente a los jefes de las Fuerzas Armadas y a las organizaciones de veteranos de Malvinas "para que sean testigos y estandartes de la nueva Argentina".
En ese sentido, pidió que el respeto a los héroes del conflicto bélico y a los militares "no sea monopolio de un espacio político".
"Por eso, convoco al conjunto de la sociedad y a la dirigencia política a que este 2 de abril inauguremos una nueva era de reconciliación con las Fuerzas Armadas que trascienda a este Gobierno, una era que rinda homenaje sincero a sus héroes dándole a las Fuerzas Armadas el lugar, reconocimiento y apoyo que se merecen", planteó.
Como cierre de su discurso, el Presidente manifestó: "Me comprometo a que durante nuestro gobierno podremos tener una hoja de ruta clara para que las Malvinas vuelvan a manos argentinas".
Además de Villarruel, también estuvieron presentes miembros del Gabinete, representantes de las Fuerzas Armadas, veteranos y familiares de caídos. Al lado del mandatario estuvo el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri.
Los ministros Guillermo Francos (Interior), Diana Mondino (Relaciones Exteriores y Culto), Luis Petri (Defensa) y Patricia Bullrich (Seguridad), que llegó sobre el final, estuvieron en el acto. El jefe de Gabinete, Nicolás Posse, también dio el presente.
Luego de dejar una ofrenda florar en el Cenotafio, el líder libertario abrazó a Villarruel, hija de un veterano del conflicto bélico del Atlántico Sur, Eduardo Villarruel. Entre las 300 asistentes que se acercaron a brindar su apoyo a la gestión, un excombatiente le pidió a la titular del Senado que "no se olviden de TOAS", en referencia a los soldados que al frente del Teatro de Operaciones del Atlántico Sur. Inmediatamente Villarruel, sonrió y respondió: "Claro que no".