28 Noviembre de 2022 11:50
Mientras que en 2015 la alianza Juntos por el Cambio ganaba las elecciones con un perfil más cercano a una centroderecha y con un discurso de eficiencia y gradualismo, la discusión de cara a 2023 en el frente electoral opositor tiene una orientación mucho más radicalizada acerca del ajuste al Estado y las políticas de shock.
Y, si bien muchos de esos nuevos ejes son parte de una experiencia de gobierno fracasada, como lo reconoció el ex presidente Mauricio Macri en su libro Para qué, muchos analistas vinculan todo este nuevo programa más profundo al crecimiento político de la figura de Javier Milei y la ideología liberal libertaria.
Lo cierto es que el economista es una figura controversial que está prendiendo fuego la interna entre halcones y palomas que se da en el PRO. Fundamentalmente en las diferencias entre el jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larrreta y la presidenta del partido, Patricia Bullrich, los exponentes de los dos sectores opositores caracterizados como aves.
Es que mientras los más duros de la derecha tildan de paloma al pelado y a la ex montonera de halcón, desde el larretismo aprovechan para diferenciarse en la interna, cerrándole la puerta definitivamente al ex arquero de Chacarita.
"Hasta ahora no ha mostrado ninguna vocación de trabajar en conjunto", aseguró el mandamás porteño ante Radio Rivadavia, donde además agregó que es "de otro partido" y que no tiene voluntad de diálogo.
Y en esta interna que amenaza con ir a máxima velocidad hasta el impacto, Bullrich no se quedó atrás, porque aprovechó para diferenciarse de su rival, asegurando que le gustaría que Milei esté en su futuro gabinete, en caso de resultar electa presidenta de la Nación en los próximos comicios.
"Me parece que, si tiene 10 ó 12 diputados y algún senador, y nosotros podemos trabajar con jóvenes que tienen la idea de la libertad y apoyan un cambio como el que proponemos, sería interesante. De ninguna manera diría Milei es mi límite, ya pasó", confesó días atrás en TN la ex ministra de Seguridad.
Sin embargo, Bullrich despejó dudas acerca del rol que tendría el liberal. "Hay que pensar un espacio, pero no lo veo para el Ministerio de Economía", anticipó. Al mismo tiempo, la presidenta del PRO reconoció que si bien le interesa construir puentes hacia el flamante espacio, no rompería JxC para sumarlo, algo que relajó a quienes buscan mantener la paz entre halcones y palomas.
Y justamente esto no es lo que le interesa al verborrágico diputado nacional, tal como lo demostró en declaraciones previas: "JxC tal cual existe hoy es inviable porque los radicales son la internacional socialista, la Coalición Cívica es un desprendimiento por izquierda del radicalismo, y el ala blanda es también un problema porque recita las ideas que nos han condenado al fracaso y con la fatal arrogancia de creer que son más inteligentes y lo pueden hacer bien", había dicho.
Contra esta postura también se diferenció Bullrich: "Es una idea que no contempla la necesidad de tener un gobierno que tenga una fortaleza como es JxC, con 116 diputados, senadores que vamos a tener quizás por primera vez la mayoría, con gobernadores, con intendentes... Es decir, es mucho más que la idea de 3 o 4 personas".