La privatización y los ajustes son la bandera definitoria de la Libertad Avanza. Es que de la mano de Javier Milei ya plasmaron lo que pretenden realizar en el Gobierno si llegan a ganar las elecciones generales el próximo domingo 22 de octubre y entre sus propuestas se pueden ver la privatización de la salud, de la educación y ahora también la de los transportes públicos.
Todo lo que rodea a Milei y los integrantes de su partido político son un fin de ideas alocadas y sobre todo perjudiciales desde cualquier punto de vista para el país. Portación de armas, venta de órganos, dolarización, privatización de la salud, educación, transportes, eliminación de Ministerios, ajustes, recortes y como si fuera poco, también se dio a conocer que pretende que el sistema de adopción sea un “mercado libre” y no regulado por el Estado. ¿Algo más?
Lo peor de todo es que en cada una de sus propuestas se le nota a kilómetros de distancia su convicción y eso, sin dudas, es lo que más miedo genera porque más allá de que muchas de sus propuestas deben pasar por el Congreso para hacerse efectivas, ya es totalmente peligroso tener a un candidato a Presidente que las quiera llevar a cabo.
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En más de una oportunidad el ultraderecha había remarcado que se encuentra a favor del mercado y en contra del Estado, por lo cual su máximo plan es justamente poder dar de baja todo lo que sea público y beneficiario para todos los que habitan el país. Una de las veces que más en claro lo dejó fue en el 2019, cuando dio unos polémicos e insólitos ejemplos de lo que es el Estado para él y por qué está en contra del mismo.En diálogo con Debo Decir, argumentó: "Tenemos que darnos cuenta quién es nuestro verdadero enemigo. Nuestro verdadero enemigo es el Estado. El Estado es el pedófilo en el jardín de infantes con los nenes encadenados y bañados en vaselina", afirmó y agregó: "Y los políticos son los que ejecutan el Estado. Entonces, nuestros verdaderos enemigos son los políticos".
Por eso mismo ahora volvió a apuntar sobre lo mismo pero metiéndose de lleno con el transporte público y sus valores. De esa manera, el candidato a Presidente evaluó que la mejor manera para poder sobrellevar la economía sería que, entre una de las tantas opciones que mencionó, que el transporte deje de ser subsidiado por el Estado y que pase a ser privado. Es decir, el boleto del colectivo valdría $700 -ahora el mínimo tiene un costo de $53- y el tren $1100, mientras que el boleto más barato en la actualidad vale $25,72.
“No podemos seguir con estos niveles de déficit. No podes tener estos niveles. La realidad es que es un oxímoron tener un Estado empresario porque no cumple el rol de un empresario. La realidad es que debería correrse el Estado del medio porque cuando lo hace el sector privado lo hace mucho mejor”, manifestó y retrucó: “Los trenes deberían ser absolutamente privados”.
Sin embargo, mientras Milei declara que el boleto de tren debería tener un costo elevado de los $1000, a la par, el Gobierno estableció de manera oficial el mecanismo para que las personas que opinan igual que la pareja de Fátima Florez, puedan renunciar de manera voluntaria a los subsidios que el Estadio Nacional deriva a los servicios de colectivos y trenes. ¿Se animarán?
Esta nueva medida se dio a conocer en el comienzo de la semana y quedó efectiva en la tarde del miércoles por medio de la resolución 566/2023 del Ministerio de Transporte, que ya fue publicada en el Boletín Oficial.
En el comunicado que explica de qué manera realizarlo, indica: "Establécese un mecanismo para que los usuarios de los servicios públicos de transporte por automotor y ferroviario de pasajeros que así lo deseen, puedan manifestar su renuncia a los subsidios que el Estado Nacional a través del Ministerio de Transporte viene destinando para compensar la tarifa de dichos servicios".
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Además, se detalló que para efectivizar la renuncia, los usuarios que quieran hacerlo tendrán que completar un formulario con carácter de Declaración Jurada que se va a encontrar en la web de SUBE (argentina.gob.ar/SUBE) y que permitirá que abonen la tarifa plena de esos servicios mediante la tarjeta SUBE. En ese caso, el boleto mínimo de colectivo se iría a $700 y el de tren a $1.100.Asimismo, la resolución aclaró que los usuarios de los Servicios Públicos Regionales Interurbano de Transporte Ferroviario de Pasajeros y en los Servicios Públicos Interjurisdiccionales de Transporte Ferroviario de Pasajeros, Servicios de Larga Distancia, en los que aún no se encuentra implementado el sistema SUBE, podrán manifestar la renuncia al momento de adquirir el pasaje correspondiente.
El proceso en cuestión podría demorar hasta algunos días de haberse realizado el pedido, pero los pasajeros podrán solicitarle al conductor del transporte poder pagar la tarifa sin el subsidio. Aun así, a partir del 27 de octubre, el cobro para quienes completaron el formulario será automático y la renuncia realizada estará presente en todas las tarjetas registradas y no se podrá acceder a los beneficios del Atributo Social Federal.
Incluso, a partir del miércoles se comenzó a visualizar en los aparatos SUBE tanto en los colectivos como en los trenes el valor del pasaje indicado depende de la distancia y por debajo, también se mostró lo que saldría si no fuese subsidiado. En ese caso, por ejemplo, en el mismo aparecía el valor del boleto requerido y por debajo se especificaba una especie de aviso que decía "Precio sin subsidio $700".